Actos Sociales

SE CONMEMORA EN ZARAGOZA CON GRAN SOLEMNIDAD EL HOMENAJE DEL “DÍA DE LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO EN LA POLICÍA NACIONAL”

Asistimos el pasado día 19 de junio de 2025, en la Inmortal Ciudad de Zaragoza, a la conmemoración del Homenaje del Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional. El acto se desarrolló, a partir de las 12.00 horas en el Salón de Actos de Caja Rural de Aragón, con la asistencia de numerosas autoridades civiles y militares, y el aforo lleno.

En el acto se vivieron intensos momentos de gran solemnidad, recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional, y a sus familias

Como relator del acto ejerció el Inspector Jefe, de Policía Nacional, Oscar David Escó, Jefe de Gabinete del JSPA, dando inicio al mismo con estas primeras palabras: Por favor, pónganse en pie. En este momento hacen acto de presencia el Delegado del Gobierno en Aragón D. Fernando Beltrán Blázquez, el Jefe Superior de Policía de Aragón D. Florentino Marín Parra, y el Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Caja Rural de Aragón D. Íñigo Martínez Redín. A continuación, con el máximo respeto y solemnidad vamos a escuchar los acordes del Himno nacional.

Después de oír el Himno nacional de España, escuchamos la emotiva interpretación que la violonchelista de la Banda de Música de la Policía Nacional, Alejandra Martínez hizo del Tema Principal de la Banda Sonora Original de la película ONCE UPON A TIME IN THE WEST (en español, Hasta que llegó su hora), obra del compositor italiano Ennio Morricone.

Relator. Con permiso del Delegado del Gobierno, Excmas. Autoridades, Familiares, Señoras y Señores, en nombre del Jefe Superior de Policía de Aragón les damos los muy buenos días, y bienvenidos a este acto.

Relator

La Resolución de 10 de enero de 2024, de la Dirección General de la Policía, instauró el “Día de las Victimas del Terrorismo en la Policía Nacional”. Como dice textualmente la Resolución, “la sociedad española y su Policía Nacional tienen una deuda permanente de gratitud, y una obligación ética de reconocimiento, con las compañeras y compañeros que ofrecieron su bien más preciado, en ocasiones sus vidas, en otras su integridad física, convirtiéndose en víctimas del terrorismo”. Deuda de gratitud que se extiende a sus familias, hoy presentes.

El poeta y dramaturgo francés, Víctor Hugo, dijo “la música expresa aquello que no puede decirse con palabras, pero que no puede permanecer en silencio”. A continuación, la violonchelista Alejandra Martínez, el tenor Ángel Cortés, y el maestro José Félix Tallada, interpretarán el Ave María, el Intermezzo de la obra Caballería Rusticana, y la pieza musical Cerca de Ti Señor. Mientras, proyectaremos un video de homenaje y recuerdo a nuestros 188 Policías Nacionales que dieron su vida por defender nuestra libertad.

La sensibilidad de las composiciones de inspiración religiosa elegidas para el acompañamiento de este pasaje del acto, y la delicada interpretación de los componentes del conjunto musical hizo que, desde un principio, el publico quedase entregado por completo a la solemnidad y significado del mismo.

Seguidamente, tomó la palabra el Jefe Superior de Policía de Aragón, Don Florentino Marín Parra, y este es, queridos lectores que nos siguen, el contenido de su intervención.

Acompañamiento musical del acto a cargo de la violonchelista Alejandra Martínez, tenor Ángel Cortés, ambos de la Policía Nacional, y del maestro José Félix Tallada

Buenos días. Hay una frase que dice, “si quieres la paz, lucha por justicia”, frase atribuida a Pablo VI. La idea central de esta frase es que la verdadera paz no puede existir sin la justicia, y que trabajar activamente por la justicia es un requisito fundamental para alcanzar y mantener la paz.

Precisamente, la idea de justicia es la que nos reúne hoy a todos aquí, justicia y reconocimiento, reconocimiento y justicia con las víctimas del terrorismo.

Señor Delegado del Gobierno, Secretario Primero de las Cortes de Aragón, Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Diputados de las Cortes, Representantes del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza, Alcaldes de la Almunia y de Tarazona, entidades civiles y militares, judiciales y eclesiásticas, representantes de todas las asociaciones, compañeros y amigos, muchas gracias por acompañarnos en un acto tan solemne como este, que tiene para nosotros una significación muy especial, probablemente en estos actos, una importante carga emocional.

La lucha contra el terrorismo en España ha sido una lucha de toda la sociedad, pero en la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, Jueces y Fiscales han tenido un protagonismo especial. Para nosotros tiene mucha importancia vuestra presencia hoy aquí, y os lo quiero agradecer personalmente. Y un agradecimiento muy especial a quienes sois los auténticos protagonistas de este acto, los familiares de las víctimas del terrorismo, que hoy nos acompañáis.

Jefe Superior de Policía de Aragón

En este año 2025, en el que hemos cumplido como institución 201 años de existencia, continuamos realizando nuestra labor desde una doble premisa. La primera, la experiencia que nos brinda un pasado de más de dos siglos de historia, del que nos sentimos muy orgullosos, y la segunda el trabajo que estamos haciendo desde la Policía Nacional para que España siga siendo uno de los países más seguros del mundo.

Nuestro pasado lo protagonizaron hombres y mujeres que dieron lo mejor de sí mismos, en ocasiones, como hemos podido ver, dieron su vida frente al monstruo del terrorismo, dieron su vida en defensa de la libertad de España. Una deuda que la sociedad tiene con ellos y con sus familias. Es una deuda impagable, por eso nuestra obligación ética es recordar a las víctimas y a sus familias. Por ello, en el mes de enero del pasado año, se instauró el “Día de las Victimas del Terrorismo en la Policía Nacional”.

Las víctimas, lamentablemente, nutren una larga lista, tienen nombres y apellidos, y cada nombre y cada apellido es una vida rota. La lista es larga, como largos han sido los años en los que la losa del terrorismo ha pendido sobre sobre el deseo de la sociedad española de vivir en libertad y en pacífica convivencia. La lista de Policías Nacionales heridos en atentados es todavía mayor, y la lista de viudas y huérfanos es más extensa todavía.

La mayor amenaza a la democracia es el terrorismo, independientemente del uso extensivo que habitualmente se le da a este término.

El terrorismo lo que es en realidad es la utilización del terror mediante actos que ponen en peligro la vida, la integridad física, la libertad de las personas y la conservación de los bienes, con el fin de provocar que otros hagan cosas que, de otra manera, no harían. Y todo ello con una finalidad, subvertir el orden constitucional, suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o las estructuras económicas o sociales del Estado, alterando así la paz pública.

En primer plano, Autoridades del Ejército de Tierra, Ejército del Aire y del Espacio, Guardia Civil y Policía Local

Si todos sabemos que la libertad es un valor supremo e irrenunciable, entendida como la facultad natural que tiene el hombre para obrar de una manera o de otra, lo que el terrorismo pretende es anular esta capacidad mediante la dominación o el terror. El conjunto de la sociedad española ha estado amenazado, pero determinados colectivos han sufrido la crueldad del terrorismo con mayor ensañamiento, uno de ellos son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La Policía Nacional ha estado en primera línea de esta batalla que se inició hace más de medio siglo. Durante todo este tiempo el terrorismo intentó quebrar el espíritu de la sociedad española, los atentados, perpetrados con frecuencia desoladora, no solo buscaban sembrar el terror en el corazón de nuestra convivencia, sino también socavar los pilares de nuestra sociedad.

Tantas y tantas fechas marcadas por los atentados terroristas, son auténticas cicatrices en nuestra memoria colectiva, momentos en los que el tiempo parecía detenerse y el duelo se apoderaba de todos nosotros. Desgraciadamente, esos días fueron demasiados. Uno de ellos es el 16 de julio de 1981, el día que la organización terrorista ETA asesinaba a la Inspectora Jefa María José García Sánchez en Zarauz, Guipúzcoa. María José fue una de las primeras mujeres policías, de las 42 primeras mujeres policías que en 1979 ingresaron en la Policía Nacional y, desgraciadamente, fue la primera mujer víctima del terrorismo.

La lista de asesinados es tristemente larga, algunos de ellos eran oriundos de esta Comunidad Autónoma.

Este era el caso del Inspector Jefe D. José Luis Martínez Martínez, nacido en Calatayud en 1945 y asesinado en Hendaya en 1976, a la edad de 31 años; el Oficial de Policía D. Benjamín Sancho Legido, nacido en Monreal de Ariza, Zaragoza, en 1950 y asesinado en Basauri, a la edad de 28 años; el Comisario D. Antonio Recio Pradera, que nació en Zaragoza en 1928 y asesinado en Vitoria en 1979, a la edad de 51 años; el Subinspector D. Tomás Palacín Pellejero, nacido en Cervera de la Cañada, Zaragoza, en 1941 y asesinado en Pamplona en 1984, a la edad de 43 años; y el Oficial de Policía D. Julián Embid Luna, nacido en Sabiñán, Zaragoza, en 1949 y asesinado en Sanguesa, Navarra, en 2003, a la edad de 54 años.

A ellos, que les fue arrebatada la vida, hay que añadir cientos y cientos de personas cuya trayectoria vital quedó marcada por las heridas que sufrieron, como es el caso de Isidro Artigas, Manuel Calvo, Francisco Laplaza, y Javier Aragón, que también está presentes en esta sala, gracias por estar hoy aquí. A vosotros, y a todos los familiares de las víctimas que hoy nos acompañáis en este acto, queremos transmitiros nuestra gratitud y reconocimiento. Los asesinados y heridos por el terrorismo son héroes que dieron su vida para que España estuviera libre de esta lacra y sus ciudadanos tuvieran garantizados sus derechos y libertades para poder convivir en paz y libertad.

Aspecto parcial del Salón de Actos de Caja Rural Aragón

Nuestro país respondió con determinación, unidad y resistencia democrática, el pueblo español derrotó al terrorismo, y la Policía Nacional, junto con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con Jueces, Fiscales, Fuerzas Armadas, desempeñaron un papel esencial, en una labor indispensable en la salvaguarda de la Constitución y de los valores y principios constitucionales.

Por desarrollar esta alta misión debimos pagar un alto precio, 188 Policías Nacionales fueron asesinados a manos de los terroristas, tanto en territorio nacional como fuera de España. Hoy nos reunimos aquí para rendirles este homenaje y para reafirmar nuestro compromiso con la paz y la justicia. Un homenaje que realizamos por primera vez el año pasado, pero que se repetirá todos los años en el seno de la institución, como forma de reflejar al exterior el gran coste sufrido por la Policía Nacional para proteger y fortalecer la democracia en España.

Hoy nos reunimos con unos propósitos muy claros, queremos rendir tributo a aquellos hombres y mujeres que dieron la vida por la libertad y por la seguridad de sus hogares.

Queremos expresarles nuestra más sincera gratitud y lo hacemos frente a quienes más les quisieron, sus familias. Y queremos reconocer su sacrificio y mantener viva su memoria, garantizando que su legado perdure a través del tiempo y que las generaciones futuras no olviden el alto precio que costó la paz. Porque aspiramos a que su recuerdo se mantenga vivo y sirva de consuelo, si es que el consuelo es posible, porque esos hombres y mujeres no eran solo policías, eran hijas e hijos, hermanas y hermanos, madres y padres, maridos y esposas. Tenían una historia, una familia, unos sueños, unas esperanzas, eran personas que trabajaban para que la seguridad en España no fuera una preocupación, sino una garantía, trabajaron para que la justicia fuera una realidad y no solo una entelequia.

Por ello, creemos que es de justicia rendirles este reconocimiento a los policías que perdimos, víctimas del terrorismo, a los cientos que sufrieron heridas y secuelas, y a las familias que quedaron destrozadas. Un terrorismo que es incompatible con la democracia, con el Estado de Derecho y con los valores más elementales de toda sociedad.
Pero la amenaza, lamentablemente, no ha acabado. El terrorismo de carácter yihadista se ha consolidado como una de las mayores amenazas para la seguridad. Su perversa ideología, apoyada por la violencia que la sustenta, se ha expandido más allá de sus territorios originarios. Aunque esta amenaza se manifiesta de una forma extremadamente violenta a diario en zonas no tan lejanas a nosotros, como el Sahel Occidental, en África, Europa sigue siendo objetivo prioritario del ideario yihadista, que se manifiesta con acciones terroristas cometidas por los denominados “lobos solitarios”, o por otros terroristas como los combatiente a ser soldado, las células durmientes, los individuos adoctrinados, los radicalizados, etc., a los que la Policía Nacional seguirá haciendo frente con toda su experiencias y conocimiento en esta materia, como lo demuestra los cientos de operaciones policiales llevadas a cabo, que han evitado con seguridad multitud de víctimas inocentes.

Violonchelista Alejandra Martínez

España merece un futuro en paz, sin olvidar jamás a aquellos que con su entrega afianzaron nuestra democracia. Que sus nombres sean recordados con respeto y admiración, y que su memoria nos siga inspirando a seguir trabajando para que la libertad siga cosechando victorias. Muchas gracias.

A continuación de las emotivas y vibrantes palabras del Jefe Superior de Policía de Aragón, D. Florentino Marín Parra, escuchamos el Adagio en sol menor para cuerdas y órgano, del compositor barroco Tomaso Albinoni, interpretado por la violonchelista Alejandra Martínez.

Relator. Hay piezas musicales que no necesitan presentación. El tango que a continuación vamos a escuchar dice en una de sus estrofas, “el día que me quieras desde el azul del cielo”, y es a ese cielo azul, como nuestro color corporativo, a donde hoy dirigimos la mirada de nuestro corazón.

Obra interpretada por el Tenor Ángel Cortés y el Maestro José Félix Tallada.

Seguidamente, tomó la palabra el Delegado del Gobierno de España en Aragón, Don Fernando Beltrán Blázquez, y esta fue su intervención: Jefe Superior de Policía en Aragón, querido Florentino; Don Íñigo Martínez, Director de Relaciones Institucionales de Caja Rural Aragón, muchísimas gracias por la cesión del espacio para la celebración del acto.

Se dice que el protocolo debe utilizarse para agradar y nunca para ofender. Yo pido la indulgencia de las autoridades para que me dejen primero saludar a toda la gran familia de la Policía Nacional que estáis hoy aquí, también a los jubilados, que siempre hacéis acto de presencia en estos actos, y también a las víctimas del terrorismo que resultasteis heridos, con secuelas, y que también nos habéis querido acompañar, muchísimas gracias a todos.

Y prosigo protocolariamente con el Secretario General de las Cortes, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Diputados de las Cortes, Subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Presidente de la Audiencia Provincial de Zaragoza, los Directores Generales del Gobierno de Aragón, los Consejeros del Ayuntamiento de Zaragoza, los Alcaldes de otros municipios que nos acompañan, y también a los miembros de otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad hermanos, representación de la Guardia Civil, de la Policía Local y, por supuesto a los miembros de las Fuerzas Armadas, a todos ustedes amigos y amigas.

Como bien saben, la seguridad representa uno de los pilares básicos de la convivencia y por tanto toda energía constituye una actividad esencial a la existencia del propio Estado, en quien descansa la competencia de esta materia. Al Gobierno de la nación le corresponde proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, y garantizar la seguridad ciudadana, de esta tarea se encargan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Delegado del Gobierno en Aragón

La Policía Nacional lleva más de doscientos años realizando estos cometidos con gran profesionalidad y excelente desempeño, siendo una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos. El Gobierno de España, a través de la Dirección General de la Policía, como ya se ha comentado, instauró el año pasado el “Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional” para honrar a las víctimas del terrorismo y a sus familiares como muestra de reconocimiento, respeto y solidaridad para que su memoria se perpetúe en el seno de la institución policial y en el resto de la sociedad de acuerdo con los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad. Lo celebramos en esta fecha del 16 de junio, como ha comentado el Jefe Superior, conmemorando ese 16 de junio en el que la organización terrorista ETA asesinó a la Inspectora Jefa Dª María José García Sánchez.

Nos congregamos hoy aquí, en este solemne acto, para rendir homenaje a los hombres y mujeres de la Policía Nacional que dieron su vida en cumplimiento del deber. Lo hacemos hoy desde la capital de Aragón, tierra de historia, de valores arraigados, de compromiso inquebrantable, una tierra que, como nuestros policías, no entiende de medias tintas cuando se trata de servir, proteger y defender.

Este día no es uno más en el calendario, es un día de memoria y de justicia, de gratitud eterna hacia quienes hicieron del servicio a España su vocación y del sacrificio su legado. En cada uno de los Policías Nacionales que hoy recordamos reconocemos no solo a un profesional sino a un hijo o a una madre, un hermano, una amiga o un compañero. Sus vidas quedaron truncadas pero su ejemplo permanece, porque cuando un Policía Nacional cae en acto de servicio no muere su causa sino que se fortalece, no se apaga su voz sino que resuena aún con más fuerza.

Hoy nos acordamos también de las familias y no hay palabras suficientes, pero hay verdad, la verdad de una sociedad que no olvida, que abraza su dolor como propio, que alza la bandera de la memoria con la dignidad que ellos merecen, que dice alto y claro que dar la vida por España no es solo un acto de valor sino la más alta expresión del compromiso humano.
En Aragón conocemos bien lo que significa el deber y la lealtad. Desde los valles del Pirineo, pasando por las riberas del Ebro, hasta las montañas de Teruel, tanto en pueblos como en ciudades, esta tierra ha sabido honrar siempre a quienes la protegen, y los Policías Nacionales formáis parte esencial de esa protección, con permanente disponibilidad en cualquier circunstancia, ante cualquier amenaza vosotros estáis, cumpliendo vuestro juramento, el mismo que refleja a los valores que había en vuestra vocación, integridad, coraje, responsabilidad, compañerismo y amor a España.

Estos valores no son palabras vacías, se viven en la calle, en vuestras intervenciones, en las investigaciones, en las operaciones, y a veces se viven en la frontera entre la vida y la muerte. En esos momentos en que la decisión de proteger al prójimo implica poner en riesgo la propia vida no hay un mayor acto de generosidad, no hay mayor prueba de entrega. Por eso queremos recordar a quienes cayeron víctimas del terrorismo, a quienes fueron asesinados cobardemente por el odio a la libertad, también a los que enfrentaron mafias, delincuencia organizada, tráfico de drogas, violencia urbana, a los que fallecieron en accidente estando en acto de servicio, a todos ellos nuestra gratitud y nuestro respeto eterno.

Acto de Homenaje a los caídos

No podemos, ni debemos olvidar el precio que se ha pagado por la seguridad en nuestra sociedad. Hoy vivimos en un país más libre y más seguro gracias al sacrificio de estos hombres y mujeres, y es una obligación moral mantener viva su memoria, no como un gesto del pasado, sino como una responsabilidad del presente.

Este acto, que tiene hoy lugar aquí en Zaragoza, se está realizando estos días en toda España, porque los caídos son de todos, su memoria no pertenece a un Cuerpo, ni a una región, ni a una generación. Su memoria es de todos los españoles, de los que saben que la libertad, la justicia y la convivencia tienen defensores que se juegan la vida por sostenerlas.

A sus familias solo podemos decirles que no están solas, que su dolor es compartido, su duelo comprendido, su ejemplo admirado, que esta institución, la Policía Nacional, y esta tierra Aragón, honrarán siempre la memoria de sus seres queridos, con actos, palabras, con reconocimiento público y con la verdad, que no caerán en el olvido.

A los policías que hoy continuáis el legado de vuestros compañeros caídos, gracias. Gracias por no rendiros, por no mirar a otro lado, por continuar patrullando nuestras calles, cuidando nuestras fronteras, desarticulando el crimen, acompañando a las víctimas, garantizando derechos. Gracias por seguir creyendo en el juramento que un día hicisteis. Gracias por saber que el uniforme no es solo un distintivo, sino una responsabilidad, y por hacerlo con profesionalidad y humanidad.

Vicario General Eclesiástico de la archidiócesis de Zaragoza

El futuro de España necesita de una Policía Nacional fuerte, unida, reconocida, necesita de hombres y mujeres que sigan creyendo en los valores que construyen la paz y la libertad. Y también necesita de una sociedad civil que sepa estar a la altura del sacrificio de sus servidores públicos, que los respete, que los apoye, que los entienda, que los valore.
Aragón seguirá siendo tierra de lealtad, de respeto, de dignidad, tierra donde el recuerdo de esos policías caídos será siempre una llama encendida, porque aquí sabemos que dar la vida por España no es una tragedia, es un honor eterno. Y es también una promesa que asumimos como sociedad, la de construir cada día una patria más justa, más segura y más solidaria, una patria que nunca olvide a sus héroes.

Estoy convencido de que el recuerdo de las víctimas del terrorismo es vital para el fomento de la cohesión social y para la defensa de nuestros valores democráticos. Y es también un poderoso instrumento para crear conciencia acerca de las consecuencias del terrorismo e impedir la radicalización de Oriente.

Gracias, gracias por estar hoy aquí, gracias por recordar con nosotros. Que la memoria de nuestros compañeros caídos nos inspire a ser mejores ciudadanos, que su sacrificio nos obligue a estar a la altura de su ejemplo, que su legado viva para siempre en nuestras calles, en nuestros corazones y en nuestra historia.

Les ruego ahora a todos ustedes que se pongan en pie, y les invito a decir conmigo !VIVA ESPAÑA¡ !VIVA EL REY¡ !VIVA LA POLICÍA NACIONAL¡

Tenor Á. Cortés

Relator. En todos nuestros actos institucionales dedicamos un momento para homenajear a todos nuestros fallecidos. Hoy este homenaje cobra una significación especial, les rogamos mantengan esta actitud de máximo respeto y silencio.

A continuación, interpretada por el tenor Ángel Cortés y el maestro Félix Tallada, escuchamos la parte central de la oración cristiana “la muerte no es el final,” obra del sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi, elegida en 1981 como Himno de Homenaje a los caídos.

Una oficial y un oficial de la Policía Nacional portaron y depositaron una corona de laureles, con la Bandera de España, en el monolito de homenaje a los caídos.

Seguidamente, el Vicario General de la archidiócesis de Zaragoza, R.V. Rubén Ruiz Silleras, rezó la siguiente oración: “que el Señor de la vida y la esperanza, fuente de salvación y paz eterna, les otorgue la vida que no acaba, en feliz premio por su entrega”. Que así sea.

Relator. Mediante resolución del 17 de octubre de 2016 de la Dirección General de la Policía, se dio carta de naturaleza al Himno de la Policía Nacional, reflejo de los valores, principios, entrega y dedicación de todos los que integramos la Policía Nacional.

Acto de Homenaje a los Caídos (II)

Relator. En nombre del Delegado del Gobierno y del Jefe Superior de Policía, les queremos dar las gracias a todos por su asistencia. Queremos reiterar nuestro agradecimiento a Luis Ignacio Lucas, Director de Caja Rural de Aragón, a Laura Prada, Directora de la Fundación, hoy representados aquí por Don Íñigo Martínez, por la cesión de este maravilloso salón en el que, como solemos decir, siempre nos sentimos como en casa.

A continuación invitamos a los familiares de las víctimas, y a las propias víctimas inocentes, a acercarse al escenario para realizar una foto de familia.
El acto ha finalizado.

Desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España, felicitamos a la JSPA, por la impecable organización del acto, que revistió gran solemnidad, a la vez que agradecemos su invitación al mismo.

Santoral

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