Fieles a una honrosa tradición, los miembros de la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza conmemoraron, el pasado 15 de enero de 2017, el 59º Aniversario del Combate de Edchera, acaecido el 13 de enero de 1958 en el Sáhara Occidental, durante la Guerra de Ifni-Sáhara.
Fue un acto solemne llevado a cabo en el impresionante Monumento Nacional a los Muertos de la Legión, obra del escultor Santiago de Santiago y único en España, situado en los Pinares de Venecia, de la capital aragonesa.
Estuvo presidido por el Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, GB. Luis Lanchares Dávila que, entre sus diversos destinos en Unidades de la Fuerza del Ejército de Tierra, prestó servicio en la Legión al mando del Tercio Alejandro Farnesio, IV de la Legión, (Ronda).
Asistieron, entre otras autoridades y personalidades civiles y militares, el Subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Ángel Val Pradilla, el Delegado de Defensa en Aragón, coronel Félix Allo Flores, el capitán Juan Antonio Roca, de la Brigada Logística, y los concejales del Partido Popular, Patricia Cavero Moreno y Enrique Collados Mateo.
Asistieron igualmente representaciones de las siguientes hermandades: Asociación de Veteranos Paracaidistas, V Tercio “General Aranda” (Reales Tercios de España), Unión Nacional de Milicias Universitarias, Asociación Española de Soldados Veteranos de Montaña, y Agrupación Renovados Tercios Españoles.
La Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, (Zaragoza), estuvo representada por su presidente, coronel José Javier Freixas Puivecino y varios miembros de su Junta Directiva.
En la Glorieta de la Legión, frente al monumento, se hallaban formados el Piquete de Honores de la hermandad legionaria, un grupo de Cadetes de la Academia General Militar, un grupo de personal uniformado de la hermandad, y un grupo uniformado de la Asociación de Veteranos Paracaidistas.
A su llegada a la Glorieta de la Legión, el general Lanchares fue recibido por el coronel Luis Carlos Asarta Cuevas, presidente de la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, saludó a los presentes y pasó a ocupar la presidencia del acto, que se inició con el izado de la Bandera de España y la interpretación del Himno nacional.
Seguidamente, en la preciosa capilla que alberga el monumento legionario, inaugurado en 1974, se celebró la Santa Misa, oficiada por el capellán castrense con consideración de capitán, del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros Nº 12, y del Hospital General de la Defensa en Zaragoza. Dio lectura del libro de Isaías y de la primera parte de la carta del apóstol San Pablo a los corintios. Seguidamente dio lectura del santo evangelio según san Juan. El Evangelio de este II Domingo del Tiempo Ordinario nos dice que Juan vio venir a Jesús y dijo: Este es el Hijo de Dios, este es el Mesías, este es el que estábamos esperando. Juan da testimonio, y el testimonio es proclamar y anunciar, lo que se ha visto y en lo que se ha creído. Los cristianos tenemos la obligación de dar testimonio como hizo Juan, como hicieron aquellos legionarios que lucharon en Edchera. Fueron testigos, vieron, creyeron y dieron un testimonio de obra, con hechos. Ellos creían un Credo Legionario y fueron fieles a aquellos artículos del Credo.
La iglesia y la sociedad necesitan creyentes que den testimonio de obra, cumpliendo con el deber como dice el Salmo, “aquí estoy para hacer tu voluntad“.
Esta Batalla de Edchera y su aniversario está olvidada en los españoles, la gran mayoría no la conocen, porque quizás no hemos dado testimonio suficiente. Por eso hay que testimoniar, y para ello se necesita valentía para proclamar, soy cristiano católico y me comporto como tal en una sociedad desprovista de valores.
Al final de la Eucaristía se procedió a la bendición e imposición del Medallón de la Sección de Damas del Cristo de la Buena Muerte, a las damas, Iris Artigas Pinilla e Izarbe Pérez Pastor.
De nuevo en el exterior, tuvo lugar la emotiva ceremonia de homenaje a los Caídos de la Legión. El Piquete de Honores portó a hombros la monumental escultura del Cristo de la Buena Muerte que se custodia en la capilla, hasta la entrada principal de la misma, donde quedó entronizado.
Se cantó “El Novio de la Muerte” y se depositó una corona de laurel a los pies de la Sagrada Imagen, que fue entregada por el Subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Ángel Val Pradilla y por la Concejal del Partido Popular, Patricia Cavero Moreno.
Seguidamente se procedió al arriado de la Bandera de España mientras escuchábamos el Himno nacional sumergidos en un profundo y respetuoso silencio.
Una sorpresa nos aguardaba todavía.
El cantaor Alejandro Sánchez, “El Tumbaíto“, acompañado al tambor por el Caballero Legionario, Javier Mateo, ofreció una sentida Colombiana al Cristo de la Buena Muerte. La rasgada pasión de la voz del cantante y el solemne redoble de tambor nos sobrecogieron a todos dejándonos embargados de emotividad y fervor.
A continuación cantamos la Canción del Legionario, se recitaron varios Espíritus del Credo Legionario y el presidente de la hermandad gritó los Vivas de rigor, a los que todos respondimos con una sola y fuerte voz.
El desfile del Piquete de Honores puso fin a los actos solemnes en el Monumento a los Muertos de la Legión.
Posteriormente se celebró una comida de hermandad en el Centro Deportivo Socio Cultural Militar El Soto, a la que asistimos unas 140 personas.
Al inicio de la misma el coronel Luis Carlos Asarta Cuevas, pronunció una alocución que inició con las siguientes palabras, “somos un país que olvida su pasado, pero la Legión no olvida nunca a sus muertos“.
Se refirió a lo que pasó en Marruecos como la “Guerra Olvidada“.
Recordó que a él, que es militar, nadie, ni en el colegio, ni en las academias militares, le explicó nada sobre ella. Continuó diciendo lo siguiente, “para que os hagáis una idea, en el Combate de Edchera, al lado de El Aaiún, en el mismo día murieron 43 legionarios y otros 64 resultaron heridos, en total 107 bajas de una misma Bandera, la XIII de la Legión. La mayoría de la gente no sabe nada de esto, pero nosotros los legionarios, todos los años lo recordamos y nos reunimos para conmemorarlo“.
Por los hechos de valor sin límites allí protagonizados se concedieron las dos últimas Cruces Laureadas de San Fernando, individuales, ambas a título póstumo. La primera de ellas se concedió en 1960 al brigada Francisco Fadrique Castromonte, y la segunda, en 1966, al soldado Juan Maderal Oleaga.
A este último, de Bilbao, se le hizo un monumento que posteriormente los etarras tiraron a la ría. El monumento, mutilado, fue rescatado y hoy en día se halla en la sede de la Brigada de la Legión, en Almería.
Tuvo Asarta Cuevas un emocionado recuerdo hacia el coronel Reigada, entrañable veterano de la Legión, recientemente fallecido, que solía hacer los brindis en estas conmemoraciones.
A continuación el Presidente de la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza inició un capítulo de agradecimientos, dirigidos al equipo de voluntarios que mantienen el Monumento a los Muertos de la Legión en un estado admirable, hacia el Piquete de Honores que aporta gran vistosidad a los actos, a los Cadetes de la Academia General Militar que nos acompañaban en esta conmemoración. Ellos son, dijo, “la juventud que empieza, la nueva esencia y la nueva generación que viene de oficiales que pronto estarán cubriendo puestos en la Legión“.
Finalizó los agradecimientos con esta mención especial, “y hoy también, como novedad, al que ha exaltado a nuestro Cristo, Alejandro Sánchez, que es de aquí, de la tierra, y le ha cantado una saeta que emocionaba“.
Luego dijo lo siguiente, “ a instancias de la Asociación de Veteranos, hace un par de meses, se promovió una ayuda a nuestros mayores. Sabéis que la hermandad está compuesta esencialmente por gente que ha estado en la Legión y somos personas ya mayores. Algunos están bastante bien y otros están enfermos en hospitales y residencias, a los cuales hay que visitar y tener alguna atención con ellos. Con motivo de la iniciativa que tuvo la Asociación de Veteranos, la Hermandad de la Legión se sumó a la misma idea. Algunos han colaborado ya, y los que no han podido, pero desean contribuir, pueden hacerlo cuando el Vocal de Relaciones Humanas, Carmelo Herrero, pase por las mesas, para recoger los donativos que queráis aportar a tal fin“.
A continuación el coronel Asarta pronunció el siguiente brindis:
Vamos a brindar por el primer soldado de España, !POR EL REY!
Seguidamente el R.V. , bendijo la mesa con estas palabras: “Que el Señor os bendiga a todos, bendiga los alimentos que vamos a tomar de su mano generosa y providente. Que el Rey de la eterna gloria nos haga partícipes de la mesa celestial. Amén.”
Con posterioridad el coronel Asarta Cuevas, en representación de la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, y de su afecto, hizo entrega al cantaor, Alejandro Sánchez, de una imagen de la Virgen del Pilar, con un precioso manto de la Legión, confeccionado por Encarnación del Pino, Vicesecretaria de la hermandad.
Se procedió luego al tradicional Brindis Legionario con la típica “leche de pantera“. Brindis que estuvo a cargo del coronel Asarta, presidente, y de Fernando Cabello, secretario, y que hoy reproducimos aquí para aquellos que no lo conozcan.
Caballeros Legionarios, ¿estamos todos?…!Estamos!
Cual legionarios…!Cumplimos!
A las mujeres…!Amamos!
Pero ante todo…!Bebamos!
!AH! Cuanto ha que no bebíamos…!Agua!
Si Dios borrachos nos quiere…!Será porque le conviene!
El que se emborracha…!Duerme!
El que duerme…!No peca!
El que no peca…! Va al cielo!
Puesto que al cielo vamos…!Bebamos!
La comida se prolongaría hasta bien mediada la tarde, amenizada por las canciones legionarias que tanta nostalgia nos trasladan.
Nosotros finalizamos aquí esta crónica y, desde la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, felicitamos a la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, en la persona de su presidente, coronel Luis Carlos Asarta Cuevas, por la organización de los actos conmemorativos del 59º Aniversario del Combate de Edchera, que tuvieron gran brillantez y solemnidad.