A veces hay ceremonias revestidas de tal solemnidad que, a nuestro juicio, van más allá de lo que es la mera celebración de un acto oficial, y el pasado día 2 de abril de 2022 asistimos a una de ellas. Tuvimos el honor de ser invitados a los actos celebrados, en Calatayud, por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén con motivo del Cruzamiento conjunto de las dos Lugartenencias de la Orden en España, Capítulos Nobles de Aragón, Cataluña y Baleares, y de Castilla y León. Dichos actos se desarrollaron durante los días 1-2 y 3 de abril, pero nosotros pudimos asistir únicamente a la ceremonia central del sábado día 2, celebrada en la Real Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud, y al posterior acto social organizado en un conocido establecimiento de restauración.
La primera secuencia del acto tuvo lugar en la Iglesia de San Pedro de los Francos donde, a las 10.00 horas, los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro se revistieron con los hábitos propios de su dignidad en la Orden. A las 10.30 se formó el Capítulo y todos ellos, en procesión, se dirigieron hacia la Real Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud a la que, como recordarán, le fue concedido el título de Basílica Menor por el Santo Padre el 9 de noviembre de 2020, celebrándose posteriormente la solemne ceremonia de exaltación como tal Basílica Menor el 12 de junio de 2021, ceremonia a la que tuvimos el honor de ser invitados también.
Pues allí, en la Iglesia de San Pedro de los Francos, iniciamos la toma de testimonios que, en buen número, les ofreceremos a lo largo del presente trabajo informativo, porque estamos seguros de que los protagonistas del acontecimiento les contarán a ustedes, queridos lectores que nos siguen, mucho mejor que nosotros lo que fue una maravillosa jornada plena de religiosidad, fe y tradición.
Hablamos en primer lugar con el Lugarteniente de la España Oriental, Excmo. Sr. D. Juan Carlos de Balle y Comas. Le formulamos algunas preguntas que reflejamos aquí junto con sus respuestas:
¿Cuál es el hábito que lucen?. Nosotros tenemos una capa corta, para ceremonias sencillas, pero cuando hacemos una Investidura, como tendremos hoy, nos vestimos con esta capa que es el Hábito de Coro. 1 Somos Canónigos Honorarios de la Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud, y por eso llevamos este hábito cuyo origen viene de los Caballeros medievales.
El acto de hoy reviste especial importancia por cuanto se trata de un Cruzamiento conjunto. ¿Se ha hecho esto en alguna otra ocasión?. Si, esto, cada 10 o 15 años se suele hacer un Cruzamiento conjunto, cuando se ve la oportunidad, y en el de hoy tenemos, además, la gran satisfacción de que presidirá la ceremonia nuestro Gran Maestre, que ha venido especialmente de Roma.
¿Hay muchos participantes?. Entre las dos Lugartenencias, de España Occidental y Oriental, en total seremos unos 240 Caballeros.
¿Nos puede decir algo acerca de los actos celebrados ayer?. Ayer tuvimos la primera parte del acto de Investidura, que consiste en la Vela de Armas, donde se bendicen los hábitos, los Caballeros que van a tomar posesión al día siguiente hacen su promesa, la firman, y después se entregaron las promociones de los Caballeros que se las merecían, y todo ello fue en una ceremonia preciosa en la Iglesia de San Juan el Real.
¿Y, para mañana, qué es lo que resta?. Mañana tenemos lo que es la Misa de Acción de Gracias, que es el final del proceso de Investidura, pero además, estando aquí en Calatayud, hay un número importante de Caballeros y Damas que tomarán posesión como Canónigos Honorarios en la Colegiata. Entrando en el Coro hay una ceremonia especial para que tomen posesión como Canónigos. Estamos encantados de que la tierra aragonesa nos acoja y además queremos agradecer mucho a toda la ciudad de Calatayud todo el apoyo que nos ha brindado.
Quisimos hablar también con el Lugarteniente de la España Occidental, Excmo. Sr. D. José Carlos San Juan, y esto es lo que dio de si nuestro encuentro:
¿Qué supone para la Lugartenencia de España Occidental este acto de Cruzamiento conjunto, aquí en Calatayud?. Supone un doble acto de hermanamiento. En España, como saben, tenemos dos Lugartenencias y siempre he pensado que es bueno, cada cierto tiempo, el que tengamos ceremonias conjuntas, independientemente de la que celebramos anualmente aquí en Calatayud, porque yo creo que al final, los Caballeros del este, del oeste, del norte y del sur, lo que hacemos en definitiva es una comunión conjunta, que es muy importante de cara a dar esa imagen externa, de que nos vean juntos. Siempre he dicho que es positivo, y necesario, que vayamos sumando y no restando.
¿Agrupa muchos miembros la Lugartenencia de España Occidental?. Pues en estos momentos estamos en 508. Digamos que el reto nuestro, del anterior Consejo, era llegar a los 500 miembros, que considerábamos importante, y por supuesto también el ir rebajando, poco a poco, la edad media de los mismos, que también es importante porque asegura un futuro a todo esto. Al intentar involucrar a la gente joven lo que estamos haciendo en definitiva es asegurar una continuidad, que la Orden se lo merece, claro.
¿Cuál cree usted que es el papel de las Órdenes como la de ustedes en la sociedad actual?. Las dos Órdenes hermanas, digamos pontificias, tanto Malta como el Santo Sepulcro, de alguna manera, hoy tenemos un papel asistencial, un papel social y un papel cultural.
Lo que pretendemos es, primero y fundamental, cumplir nuestros estatutos, que es la presencia cristiana en Tierra Santa, y segundo, que antiguamente se conquistaba Jerusalén con la espada y hoy de lo que se trata es de conquistar Jerusalén pero con otros medios, sociales, culturales, asistenciales, que es muy importante.
Y luego pues que la sociedad española vea estas dos Lugartenencias como un apoyo, como una necesidad de recogimiento también porque nosotros al ser un ente central de la Iglesia Católica lo que pregonamos y predicamos en ese sentido es la lealtad al Santo Padre a través de la jerarquía de la Iglesia Católica que tenemos dentro de la Orden. Quisiera añadir algo más. Queremos agradecer a la ciudad de Calatayud su involucración y su compromiso. Siempre, siempre, tendrá el apoyo de estas dos Lugartenencias.
La procesión, rodeada de gran expectación a lo largo de todo el recorrido, hizo su entrada en la Real Basílica con el siguiente orden: Ministro con incensario y Ministro con naveta; Crucífero; Maestro de Neófitos; Caballeros Neófitos; Caballeros Padrinos; Damas Neófitas; Damas Madrinas; Lugartenientes; Gobernador General; Caballero Porta Guión y Secretario del Capítulo; Sacerdote o Diácono con Evangelario; Sacerdotes Neófitos; Sacerdotes de la Orden; Obispos; Cardenales Grandes Priores de las Lugartenencias de España; Cardenal Gran Maestre; Maestro de Ceremonias Eclesiástico; Acólitos de mitra y báculo.
Con gran solemnidad, mientras el Organista del Grupo Camerata Lírica Española interpretaba el Himno de los Caballeros, avanzaron todos ellos por la Vía Sacra hasta alcanzar sus respectivos puestos, dando a esta secuencia una gran vistosidad.
El Rito de Investidura estuvo presidido por S.E.R. Fernando Cardenal Filoni, Gran Maestre de la Orden, y concelebrada por: S.E.R. Lluis Martínez Sistach, Gran Prior de la Lugartenencia de España Oriental; Obispo de Tarazona Excmo. y Rvdmo. Eusebio Hernández Sola, Caballero Comendador Gran Oficial de la Orden y Prior de la Sección de Aragón; Obispo auxiliar de Toledo Excmo. y Rvdmo. Francisco César García.
Asistieron, entre otras, las siguientes autoridades y personalidades: D. José Bueso Navarro, Teniente de Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Calatayud; Ilmo. Sr. D. Ignacio Aldana Orozco, Coronel Director de la Academia de Logística del Ejército; Ilmo. Sr. D. Ivan Torres Lobera, Juez Titular del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Calatayud; Ilmo. Sr. D. Fernando Ferraz y Español, de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza; Excmo. Sr. D. Juan-Gualberto de Balanzó y de Solá, Hermano Mayor de la Real, Antiquísima y Muy Ilustre Cofradía de Nobles de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza, Caballero Gran Cruz de la Orden y Canciller de Honor de la Lugartenencia de España Oriental. Los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battenberg, estuvieron representados por D. Manuel Grao Rivas, Jefe de Relaciones Institucionales del Tercio Norte-Aragón. Haría falta un poeta en lugar de un sencillo amanuense para describir toda la belleza que ofrecía la Real Basílica Menor del Santo Sepulcro de Calatayud, con motivo del Cruzamiento conjunto de las dos Lugartenencias de la Orden en España, y particularmente en el rito de la ceremonia de Investidura.
En el altar mayor estaban colocados los símbolos basilicales, la Umbela y el Tintinábulo, donados el pasado año por las dos Lugartenencias de la Orden. Las basílicas pontificias tienen el privilegio de ostentar estos dos signos que le son propios y que manifiestan, ambas insignias, la estrecha vinculación de las basílicas con la Santa sede y, en concreto, con el Papa. En lugar destacado también del altar se hallaba colocada la Bandera de España.
Junto al magnífico órgano del templo estaba el Grupo Camerata Lírica Española, compuesto en esta ocasión por la Soprano Zoly Zlatkova, Mezzosoprano Eva Marco, Barítono Iván Barbeitos, acompañados al piano por Eusebio Fernández-Villacañas y dirigidos por el Tenor y Caballero Comendador de la Orden, (Sección de Aragón), Ilmo. Sr. D. Rodolfo Albero Colino. Este prestrigioso grupo interpretaría, en los distintos pasajes de la Santa Misa, delicadas composiciones musicales de inspiración religiosa, (Sancti Sepulcri Missa. Josep-Enric Peris i Vidal).
En el ante-presbiterio tenían su sitial el Gobernador General y los Lugartenientes de la Orden. El Estandarte de la Orden fue depositado en la base del Retablo de la Virgen de la Piedad, y los Banderines de las distintas Secciones se depositaron en la base del Retablo del Descendimiento.
En los primeros bancos, situados a ambos lados de la Vía Sacra, se hallaban los Caballeros y Damas que iban a ser investidos, detrás y a continuación gran número de Caballeros y Damas de la Orden y finalmente los fieles que asistían a la Santa Misa.
La solemnidad se había hecho ya dueña y señora de este templo católico cuyos orígenes se remontan a tiempos del Rey Alfonso I el Batallador, cuando en 1131 firma su testamento, en el cual dice: “dejo por mi sucesor y heredero al Sepulcro del Señor, que está en Jerusalén, y a los que están en su custodia y guardia, y allí mismo sirven a Dios, y al hospital de los pobres, que también está en Jerusalén, y al Templo del Señor, con sus caballeros que habitan allí, y velan por defender el nombre de la Cristiandad. A estos tres concedo y dejo todo mi Reino”.
En los ritos iniciales, después de la Invocación Trinitaria, el Cardenal Gran Maestre, con las manos extendidas, saludó al pueblo en la Monición de Bienvenida, y el Grupo Camerata Lírica Española interpretó Veni Creator Spiritu (invocación al Espíritu Santo).
El Consejero Secretario se acercó al atril secundario y dio lectura del Decreto con el que Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Gran Maestre de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, ha nombrado a los Caballeros y Damas que iban a recibir la Investidura: La nobilísima Orden Ecuestre del Santo Sepulcro, fundada en época antigua para custodiar y honrar el Sepulcro del Divino Redentor en Jerusalén, fue siempre objeto de especial benevolencia por parte de los Romanos Pontífices, como claramente demuestran numerosos testimonios.
El Papa Pío IX y sus sucesores, deseando adecuar la Orden a las concretas exigencias de los tiempos, establecieron les fuese conferida, a título de honor, tanto a laicos, hombres y mujeres, como a clérigos, que hubieran realizado méritos en favor de la Tierra del Señor Jesús o que estuvieran dispuestos a ofrecerle su propia obra de piedad y caridad.
Y esto fue confirmado por el Sumo Pontífice León XIII con ulteriores disposiciones. Teniendo todo esto presente y haciendo uso de la facultad que nos ha sido conferida, como Gran Maestre, por el Sumo Pontífice felizmente reinante, Su Santidad el Papa Francisco, esto es, de conferir los diplomas a los laicos y a los clérigos que serán adscritos en la Orden del Santo Sepulcro, en virtud de estos poderes, Nos, elegimos, nombramos y proclamamos. Caballeros y Damas.
Según son nombrados por el Consejero Secretario los Neófitos y Neófitas, con el ceremonial y la venera o el lazo se acercan a los pies del altar acompañados por sus respectivos padrinos o madrinas, que se sitúan a su derecha.
Al pasar por delante del Gobernador General y el Lugarteniente les saludan con una inclinación de cabeza, y al llegar al antepresbiterio, los padrinos y madrinas vuelven a su sitio.
Cumpliendo el ritual establecido, fueron investidos los siguientes Caballeros y Damas:
Ilmo. Señor Don Alfonso Brandín y Clastre, Lorenzo y Garrido. Apadrinado por el Caballero Gran Oficial, Ilmo. Señor Don José María Parcerisa y Morta.
Ilmo. Señor Don José Manuel Franco y Farrer, Muñoz y Marco. Apadrinado por el Caballero Comendador, Ilmo. Señor Don José Luis Carnicer y Guiu.
Ilmo. Señor Don Marcelo Galarza y Vicentini, Ferragut y Santajuliana. Apadrinado por el Caballero Comendador Eclesiástico, Ilmo. y Rvdo. Padre Don Alfonso Pérez y Guarinos.
Ilmo. Señor Don Rafael Molero y Quesada, Dorado y García. Apadrinado por el Caballero Gran Cruz, Excmo. Señor Don Claudio García y Jiménez.
Ilmo. Señor Don Ángel Gómez Sala y Batllori, Lafuente y Mariné. Apadrinado por el Caballero Comendador, Ilmo. Señor Don Ángel Gómez-Sala y Lafuente.
Ilma. Señora Doña Patricia Aguado y Letamendía, Humanes y Pascual. Amadrinada por la Dama de Encomienda con Placa, Excma. señora Doña Rosine Létinier y Michel.
Ilma. Señora Doña Cristina Casado y Álvarez, Parra y Fernández. Amadrinada por la Dama de Encomienda con Placa, Ilma. Señora Doña María Esperanza González y Dominguez.
Ilma. Señora Doña Mercedes Iglesias y Rodríguez, Gayoso y Esquivias. Amadrinada por la Dama, Ilma. Señora Doña María Eva Alonso y Zazo.
Ilma. Señora Doña Victoria Eugenia Sanjuán y Luque, Monforte y Moreno. Amadrinada por la Dama, Ilma. Señora Doña Carmen Luque y Moreno.
Ilma. Señora Doña Claire-Elise Schreder y Sicaur. Amadrinada por la Dama de Encomienda con Placa, Ilma. Señora Doña María José Fernández y Marín.
Ilma. Señora Doña Cristina Velencoso y Mir, López y Martín. Amadrinada por la Dama, Ilma. Señora Doña Els Josepha Florentin y Nuelant.
El Consejero Secretario prosiguió con su lectura:
Os concedemos la facultad de llevar las insignias caballerescas según el grado propio de vuestra dignidad, junto a todos los favores y prerrogativas de los que gozan los miembros que, como vosotros, ostentan la misma dignidad en la Orden.
En testimonio de todo lo anteriormente expresado, hemos hecho expedir el/los presente/s Diploma/s firmado/s y provisto/s de los sellos necesarios. Ciudad del Vaticano, en la sede de la Orden. El Gran Maestre.
Durante el Rito de Investura escuchamos varias Cantatas de Bach.
El Cardenal Gran Maestre ocupó su asiento dispuesto delante del altar para la Ceremonia de Investidura y, con el báculo cruciforme en la mano, estableció el siguiente diálogo: Queridos hermanos y hermanas, ¿qué es lo que pedís a nuestra Orden?. Los aspirantes respondieron: Pido recibir la Investidura de Caballero/Dama de la Orden del Santo Sepulcro.
El Cardenal Gran Maestre: La Sede Apostólica, y en particular los Romanos Pontífices desde siempre se han preocupado por los Santos Lugares de Tierra Santa, y principalmente por el Santo Sepulcro de Jerusalén que es memoria del misterio de la vida con la muerte del Señor y su gloriosa resurrección. La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén fue instituida en el pasado para la custodia de este Lugar Sacro y para la atención de los fieles en la Tierra del Señor y de los peregrinos.
Convertirse en Caballero o Dama significa dedicar con diligencia la propia vida a profesar la fe de Cristo por medio del testimonio, la generosidad y el amor al Evangelio. Ello nos exige el situar a Jesucristo en el centro de nuestra existencia y de cada proyecto personal, familiar y social.
Significa creer en el poder redentor de la Cruz y de la resurrección para ofrecer esperanza y paz al mundo y singularmente a la Tierra de Jesús.
Un vínculo antiguo nos une, por tanto, a la memoria perenne de los lugares de la crucifixión, de la sepultura y resurrección del Señor y a la caridad pastoral de la Iglesia en Tierra Santa.
¿Estáis dispuestos a aceptar este ideal en vuestra vida?. R: Estoy dispuesto/a
El Cardenal Gran Maestre: Todo hombre y mujer debe seguir su propia recta conciencia iluminada por la fe y tender siempre a la verdad, a la justicia y a la honestidad.
Con mayor razón un Caballero y una Dama de la Orden del Santo Sepulcro deben esforzarse por alcanzar la perfección de la vida cristiana y mostrarse merecedores de la dignidad que recibieron en el bautismo y del cual han sido revestidos; deben gloriarse de pertenecer a Cristo y colaborar en mantener el buen nombre de la Orden.
¿Estáis dispuestos a vivir plenamente nuestra fe cristiana y a comportaros siempre y en todo lugar de tal modo que mantengáis altos los ideales y los compromisos hoy asumidos para gloria de Cristo y de su iglesia?. R: Estoy dispuesto/a
El Cardenal Gran Maestre: ¿Estáis dispuestos a prometer de palabra y de corazón guardar los Estatutos de nuestra Orden?. R: Con ayuda de la gracia divina y confiando en la protección de la Santísima Virgen María, declaro y prometo guardar los compromisos de nuestra Orden.
El Cardenal Gran Maestre: Sed, pues, fieles y generosos Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro; sabed conservar la gran riqueza de valores del pasado, pero viviendo intensamente el presente, comprometiéndoos en el hoy, con la mirada hacia el futuro, abriendo horizontes de esperanza, para dar un rostro más humano a la sociedad y hacer de Cristo el corazón del mundo.
Del Requiem, de Mozart, escuchamos el Recordare, interpretado por el Grupo Camerata Lírica Española. A continuación fue Investido Caballero Eclesiástico el Ilmo. y Rvdo. Padre Don Ángel Briz y Fernández, Domingo y Carpintero que, llamado por el Consejero Secretario, se acercó al Cardenal Gran Maestre quien le impuso la muceta sobre los hombros y seguidamente la venera.
El Cardenal Gran Maestre: Recibe estos símbolos adornados con la Cruz salvadora de nuestro Señor Jesucristo. Que sean para ti un recordatorio de la peculiar responsabilidad, en cuanto a sacerdote, de cuidar del rebaño de Cristo que te ha sido confiado.
Recibiendo la investidura, a tus deberes pastorales se añade el de preocuparte por las actividades espirituales de los miembros de nuestra Orden. Siguiendo el ejemplo de Cristo, sirve generosamente a los hermanos y a las hermanas que encuentres en tu camino. Que tu acción y tu ejemplo infundan una especial predilección por la Tierra de Jesús y por el misterio de la salvación, animando a todos a un compromiso cada vez más generoso de oración y de caridad.
En la liturgia eucarística, el Cardenal Gran Maestre dio inicio al Acto Penitencial y escuchamos la interpretación del Canto de Kyrie (Sancti Sepulcri Missa, Josep-Enric-Perisi Vidal), a cargo del Grupo Camerata Lírica Española.
El Maestro de Ceremonias seglar nombró a un Caballero y a una Dama de las lugartenencias, que subieron al ambón a fin de leer la primera lectura, ( libro de Jeremías) y el salmo responsorial, (Señor, Dios mío, a ti me acojo), respectivamente.
El Diácono dio lectura del santo Evangelio según San Juan y a continuación el Cardenal Gran Maestre hizo la Homilía.
El Maestro de Ceremonias nombró a un Caballero y a una Dama de las Lugartenencias que subieron al atril segundo a fin de leer la Oración de los Fieles.
El Grupo Camerata Lírica Española cantó el Ave María de Schubert y, acabada la Liturgia de la palabra, los ministros colocaron en el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal.
El Maestro de Ceremonias Seglar, acompañado de un Caballero y una Dama, de los que acababan de ser investidos, se acercaron donde estaba el Cardenal Gran Maestre para hacer la ofrenda del pan y el vino.
El Cardenal Gran Maestre, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas. En la Plegaria Eucarística el Cardenal Gran Maestre invitó a la asamblea e levantar el corazón hacia el Señor en la oración y en la acción de gracias, y la asocia a la solemne plegaria que en nombre de todos dirige al Padre por medio de Cristo en el Espíritu Santo.
Al final del prefacio se cantó el SANCTUS y Benedictus. Se interpretó luego el Himno Nacional, y el Canto de Agnus Dei. En el Canto de Comunión escuchamos la composición Panis Angélicus, de César Frank y, después de rezar el Padre nuestro, nos dimos fraternalmente la paz. A continuación el Gobernador General se dirigió al atril segundo para dar lectura de la Oración del Caballero: Señor, por tus cinco llagas que llevamos en nuestras insignias, te pedimos: Danos la fuerza de amar a todos los hombres del mundo que Tu Padre ha creado y, sobre todo, a nuestros enemigos. Libra nuestra mente y nuestro corazón del pecado, de la parcialidad, del egoísmo y de la vileza para ser dignos de Tu sacrificio.
Haz descender sobre nosotros, Caballeros y Damas del Santo Sepulcro, Tu Espíritu, para que nos haga convencidos y sinceros embajadores de paz y de amor entre nuestros hermanos y, particularmente, entre los que piensan que no creen en Ti. Danos la Fe para afrontar todos los dolores de la vida cotidiana y para merecer un día estar humildemente, pero sin temor, en Tu presencia.
Al finalizar el Rito de Conclusión, mientras el Cardenal Gran Maestre incensaba la imagen de la Virgen, el cantor Canónigo de la Real Basilica, Alfonso Pérez Guarinos, cantó admirablemente el Himno SALVE REGINA (Gregoriano).
Una vez terminada la Santa Misa se organizó de nuevo la procesión para retornar a la Iglesia de San Pedro de los Francos, secuencia ésta de salida que fue acompañada de nuevo con el Himno de los Caballeros, interpretado al igual que en la entrada por el Organista del Grupo Camerata Lírica Española.
Posteriormente todos los participantes nos dirigimos, en tres grandes autobuses, al conocido restaurante Factoría Espert, próximo a Calatayud, donde tuvo lugar una comida de hermandad durante la cual tuvimos oportunidad de recabar nuevos testimonios. El primero de ellos fue el de Bernardino Roca de Togores y Cerdá, Maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Valencia y compañero nuestro de los Reales Tercios de España, con el grado de Comandante Honorario.
He aquí nuestras preguntas y sus respuestas: ¿Cuál es el motivo, la afinidad o la cercanía de su su presencia en este acto?. La afinidad es que también pertenezco a la Orden del Santo Sepulcro, desde el año 2001, y desde ese momento prácticamente he asistido a todos los Cruzamientos de la Orden. En octubre, y lo digo en primicia, vamos a tener un Cruzamiento en Orihuela, Alicante.
¿Qué le ha parecido el acto?. El acto ha sido muy emotivo por varias razones. Principalmente porque se han reunido las dos Lugartenencias, y porque ha asistido el Gran Maestre, Cardenal Filoni, que es muy de agradecer. Y también, a tener en consideración, que ayer le fue entregado a S.M. el Rey Felipe VI, que Dios guarde muchos años, el Gran Collar de la Orden, en el Palacio de la Zarzuela. Como representantes de la Orden fueron los dos Lugartenientes, el Gran Maestre, el Gobernador y miembros de ambos Consejos. Hay que decir que S.M. parecía que conocía realmente a la Orden como si verdaderamente fuera un miembro, que a partir de ahora lo es, pues al fin y al cabo él es Rey de Jerusalén, y sería el primer miembro de nuestra Orden, por tanto
¿Tiene previsto asistir a la Jura y Toma de Posesión de los nuevos Maestrantes en Zaragoza? Pues espero que si. Si el trabajo no me lo impide asistiría con mucho gusto. Nos dirigimos luego a un Caballero, que resultó ser belga, al que preguntamos por su vistoso uniforme. Nos respondió que era el uniforme internacional de la Orden del Santo Sepulcro. También nos dijo su nombre, Jacques Henri Herman Charles Beruck y su condición de Caballero Comendador. Reside en España desde el año 1999 y pertenece a la Lugartenencia de España Oriental. Por último nos comentó que, “el acto me ha parecido formidable, muy impresionante, y además Calatayud por la historia es nuestra sede central y es muy importante.
Tomó la palabra el Cardenal Filoni, Gran Maestre de la Orden, y estos son algunos fragmentos de su discurso: Tomo la palabra con mucha emoción. Es una emoción representada por varios factores personales. Quienes me conocen saben cuanto amo este país, en el que tuve el honor de servir como Embajador de Italia, y saben también cuanto amo la Orden del Santo Sepulcro, a la que he dedicado todos mis esfuerzos desde que me jubilé y dejé el servicio diplomático en mi país. Por último, como un elemento más de emoción está la solemnidad de la Investidura que se ha celebrado hoy en la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, recientemente elevada por el Santo Padre a la dignidad de Basílica en reconocimiento al emblemático papel desempeñado con la Orden desde su implantación en la Península Ibérica.
El compromiso de las dos Lugartenencias, de la España Occidental y Oriental, en favor de la Orden, ha ido creciendo a lo largo de los años, demostrando gran sensibilidad hacia los problemas de la Tierra España. Los efectos benéficos de la labor caritativa de la Orden del Santo Sepulcro se dejan sentir en parroquias, escuelas, hospitales, residencias de ancianos y jubilados. Cada año el esfuerzo caritativo de la Orden avanza. España tiene una larga tradición histórica y cultural como país sede de la Orden. En cierto sentido, todos somos beneficiarios de ello. Así lo confirmó solemnemente en la audiencia que nos concedió ayer S.M. Católica el Rey Don Felipe VI, en la que se confirmaron los vínculos históricos que unen la Monarquía Española con los Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro.
Concluyó sus palabras con un brindis ¡POR ESPAÑA! ¡POR EL REY! Y ¡POR EL PAPA!
Teníamos interés en recoger el testimonio de algunos de los Caballeros y Damas que acababan de ser investidos y conseguimos hablar, en primer lugar con Cristina Velencoso y Mir, López y Martín, que ingresaba como Dama de la Orden, y que, al siguiente día sería, con la medalla, Canóniga. Le hicimos algunas preguntas.
Vean: ¿Qué ha supuesto para usted el ingreso en la Orden?. Para mi ha sido una ilusión, como creo que para todo cristiano, y un servicio a la iglesia y a nuestro Señor. Espero poder aportar ayuda a la Orden, a la iglesia y a Tierra Santa, que tanto nos necesita.
¿Qué le ha parecido el acto?. Ha sido precioso, muy emotivo, sobre todo por la presencia hoy aquí del Cardenal Filoni. Me he sentido muy arropada por todos los hermanos y hermanas de hábito y les quiero dar las gracias a todos.
Nuestro siguiente entrevistado fue Ángel Gómez Sala y Batllori Lafuente y Mariné, otro de los jóvenes recién ingresados en la Orden. También a él le preguntamos ¿Qué suponía su ingreso en la Orden?, y esto nos respondió: Es mi honor y mi alegría. Hace años que conozco la Orden, había participado en alguna actividad benéfica, siempre ha sido para mi muy espiritual, muy especial, e ingresar hoy es un gran honor y una gran alegría.
¿Es un sueño largamente acariciado?. Efectivamente, yo soy Hermano de la Merced, Patrona de Barcelona, pero vivo a una manzana de la Lugartenencia Oriental. Ver los hábitos en ceremonias es bonito pero cuando, además, conoces lo que hay detrás, la gran obra que se hace para los cristianos de Tierra Santa, si eres cristiano, no puedes dejar de emocionarte, querer participar, y me lo tomo no solamente como una obligación sino como un premio.
¿Espera usted aportar algo especial a la Orden, juventud, trabajo, dedicación?. En realidad una cosa que siempre me ha apasionado es el protocolo y la liturgia, y poder seguir los pasos de José María Parcerisa, que es un Gran Maestre de Ceremonias laico, para mí es una oportunidad de aprender algo que me maravilla.
¿Algún comentario acerca del acto de hoy?. Yo, gracias a Dios, ya había acudido a algún Cruzamiento pero nunca en la casa madre de la Orden en España. Poder ver un templo que ha sido de nuestra Orden desde siempre, siendo utilizado para los propósitos de la misma y que encima obre en mi favor ha sido absolutamente maravilloso.
Intervino de nuevo el Cardenal Filoni, para decir lo siguiente: Como Gran Maestre de nuestra Orden Ecuestre del Santo Sepulcro he podido presidir la Solemne Vigilia de Oración, la Investidura de los nuevos Caballeros y Damas de las Lugartenencias de España, y recibir el atento saludo de S.M.
Felipe VI, que me ha hecho el honor de recibirme en audiencia especial, con una Delegación de la Orden, y al que he conferido con gran alegría el Título de Caballero de Collar de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.
La Casa Reinante cuenta entre sus títulos históricos, también, el de Rey de Jerusalén, y varios soberanos a lo largo de los años han recibido altas condecoraciones de nuestra Orden. Es por tanto un motivo de mayor satisfacción también para las dos Lugartenencias de España haber concedido la máxima condecoración de la Orden a S.M. el Rey Felipe VI.
Finalizó su alocución el Gran Maestre con palabras de agradecimiento, en especial a los dos Lugartenientes, a los dos Grandes Priores de las Lugartenencias, y al Vicegobernador General para América Latina.
Nosotros entrevistamos a uno más de los Caballeros recién investidos, el joven Alfonso Brandin y Clastre Lorenzo y Garrido, de Barcelona.
Vean las preguntas y respuestas: ¿Llevaba usted mucho tiempo deseando ingresar en la Orden?. La verdad es que si, me hacía muchísima ilusión porque tanto mi padre como mi madre ya eran Caballero y Dama, y haber tenido la oportunidad de Cruzarme en esta ocasión, coincidiendo ambas Lugartenencias y la presencia del Gran Maestre, la verdad es que es una oportunidad única, sobre todo para alguien que quiere utilizar la Orden para poder canalizar una vocación cristiana a través de ella.
¿Qué le ha parecido el acto de hoy?. Me ha parecido magnífico, incluso mejor organizado de lo que algunas personas esperaban, ha habido fotografías, se están haciendo reportajes como este, lo cual agradecemos muchísimo sobre todo como Neófitos y la verdad es que se ha notado un trato fraternal de principio a fin, así es que estoy muy contento. Creo que ha sido usted portavoz del grupo de Neófitos, ¿nos puede decir algo sobre ello?. Pues si, tuve el honor de hablar en nombre de los Neófitos de la España Oriental con ocasión de la Vela de Armas, y tuve la ocasión de dirigirme no solo a todos los presentes sino también, en nombre de los Neófitos, a todos los Caballeros, nuestros hermanos de hábito e incluso al Gran Maestre, en un italiano limitado pero espero que entendible.
Hemos querido dejar para el final el testimonio del Excmo. Sr. D. Juan-Gualberto de Balanzó y de Solá.
Él también fue investido Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén pero hace muchísimos años. Precisamente por ello, lo que recibió Don Juan-Gualberto en este día fue una importante distinción, como es un Acta del Vaticano en reconocimiento a sus 65 años de permanencia en la Orden. Tuvimos acceso al Acta, escrita en italiano que, con una traducción libre, dice lo siguiente: El hito de los 65 años de permanencia en la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén es un acontecimiento raro y admirable. Uso estos dos adjetivos <raro> y <admirable> porque describen bien tu situación.
De hecho es una cuestión de fidelidad a una Institución, la nuestra, que tiene sus raíces en el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor, a la que nos honramos pertenecer por la fe y la gloria. Sesenta y cinco años es un largo período de compromiso, generosidad y bondad hacia Tierra Santa; Y también un camino hecho con personas a las que nos unen estima y vocación; pero también pienso en el viaje hecho con su esposa, quien por más de 50 años ha sido compañera en el bien y en su cariño.
Los mejores deseos. Con mi bendición. Fernando Cardenal Filoni. Gran Maestre. Así pues, para hablar un momento con él, nos acercamos a Juan-Gualberto de Balanzó y de Sola, persona entrañable por la que sentimos gran respeto y afecto.
Le preguntamos por sus emociones y sentimientos en este feliz día, y esto es lo que nos dijo: mi amor a la Orden, me viene ya por mis antepasados, desde hace más de 100 años. Pero yo personalmente, por mi propio sentimiento y por conocimiento de la Orden, por mi propia formación, y sobre todo la ayuda a Tierra Santa, lo siento totalmente de corazón. Hoy han querido tener conmigo esta distinción, que yo agradezco muchísimo y que me ha emocionado. Pero quiero decir una cosa: cuando conocí y entré en la Orden, siguiendo la estela de mis antepasados, entré ilusionado y, os puedo decir que después de más de 65 años, sigo totalmente ilusionado y, como al vino, los años me han dado un conocimiento tan profundo de la Orden que la amo como puede amarse a la persona en función de lo que hace en la vida, en este caso el bien que hace el Santo Sepulcro y lo esencial que es para la Santa Madre Iglesia.
Es una Orden pionera que está procurando salvar Jerusalén y está entre dos facciones, la israelita y la árabe. Nosotros estamos procurando unir lo más posible y, si bien trabajamos mucho por los católicos, también trabajamos igualmente para los que no son católicos. Agradezco a Don Manuel Grao esta oportunidad, una vez más, y quiero decirles que sí, que amo profundamente a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro.
Desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España, felicitamos a las Lugartenencias de la España Occidental y Oriental por la impecable organización de los actos, que revistieron gran brillantez y solemnidad, y expresamos nuestro agradecimiento a la Sección de Aragón, en la persona de su Presidente, Ilmo. Sr. D. Carlos de Corbera y de Tobeña, por su gentil invitación a los mismos.