Conferencias

EL REGIMIENTO DE CABALLERÍA LIGERO ACORAZADO ESPAÑA 11 PRESENTA UN CICLO DE CONFERENCIAS TITULADO “LA CARGA”

El Teniente de Hermano Mayor de la RMCZ presidió el acto

El Regimiento de Caballería Ligero Acorazado España 11 ha presentado recientemente un interesante ciclo de conferencias, dedicado a la acción resolutiva del Arma, titulado “LA CARGA”, que se extiende desde el día 2 de junio hasta el 7 de octubre de 2021.

Consta de seis conferencias, que se impartirán en distintos escenarios de la capital aragonesa, e incluye un Tour, denominado “El Valle de Alfambra”. Teatro de Operaciones, que tiene como propósito visitar el Valle de Alfambra para conocer los lugares donde se produjeron los acontecimientos históricos que se relatan en una de las conferencias del mismo.

La conferencia inaugural titulada “La Carga de Caballería” fue impartida por el Coronel de Caballería Ilmo. Sr. D. Carlos Manuel Mendoza Pérez y tuvo lugar el día 2 de junio pasado, a partir de las 19.00 horas, en el espléndido marco del Salón de Tenientes de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza.

Presidió el acto el Teniente de Hermano Mayor, Excmo. Sr. D. Luis Navarro y Elola. Igualmente asistieron los siguientes dignatarios de la RMCZ: Fiscal, Excma. Sra. Dª Concepción Valenzuela y Elorz, Marquesa viuda de Huarte; Diputado Primero, M.I. Sr. D. José Alfonso de Arnedo y Areitio; Diputada Segunda, M.I. Sra. Dª Mª Pilar Ximénez de Embún; Secretario, Ilmo. Sr. D. Enrique Caro y Valenzuela; Habilitador Primero, Excmo. Sr.D. José María de Arias y Sancristóbal; Habilitadora Suplente Segunda, M.I. Sra. Dª María Cruz Ferraz y Español; Ilma. Sra. Dª Teresa Ximenez de Embún y San Cristóbal, Baronesa de San Vicente Ferrer; Asesor Histórico, Ilmo. Sr. D. Armando Serrano Martínez. Algunos maestrantes asistieron acompañados de sus consortes e igualmente asistieron algunas viudas de maestrantes, entre ellas la Excma. Sra. Dª María Soledad Descartin, Marquesa viuda de Valdeolivo.

Entre los invitados al acto pudo verse al Jefe del Órgano de Apoyo Institucional al COMIL de Zaragoza y Teruel, Coronel Ilmo. Sr. D. Fernando Ruiz Idiago y otros militares de alta graduación.

Los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battenberg, estuvieron representados por D. Manuel Grao Rivas, Jefe de RR.PP. e Institucionales del Tercio Norte-Aragón.

Dio inicio a la sesión Luis Navarro y Elola solicitando la puesta en pie de los presentes como muestra de respeto a S.M. El Rey Don Felipe VI, mientras procedía a descubrir el retrato del monarca, que preside el Salón de Tenientes y todas las reuniones de la RMCZ.

Después el Teniente de Hermano Mayor dijo lo siguiente: Es para mí un honor como Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza darles la bienvenida a nuestra casa en el día de hoy para asistir a la conferencia que va a impartir nuestro ilustre ponente.

Personalidades asistentes al acto

Como muchos de ustedes saben, la RMCZ está hermanada con la Brigada Aragón I, a través del Regimiento de Caballería España. El pasado mes de febrero correspondía celebrar el 362 Aniversario de la creación del Regimiento España. No pudo ser por la situación sanitaria y por estar declarado el estado de alarma, y por eso es hoy cuando celebramos el citado aniversario cumpliendo las recomendaciones sanitarias establecidas. El último acto cultural que tuvo lugar en nuestra casa palacio fue precisamente la conferencia de Antonio Pérez Henares, organizada por el Regimiento España, para conmemorar el 361 Aniversario de su creación, el 11 de febrero de 2020, antes de declararse la crisis sanitaria y el consiguiente cierre de actividades. Ha sido un tiempo muy peligroso y complicado en nuestras vidas cotidianas, de luto para unos, de dificultades económicas para otros y de enormes cambios para todos. Deseo expresar nuestro agradecimiento, además de al personal sanitario y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a nuestras Fuerzas Armadas por la excelente labor realizada en la lucha contra la pandemia y su servicio a todos los españoles. El acto cultural de la conmemoración de este año es la conferencia que el Ilmo. Sr. Coronel D. Manuel Mendoza Pérez va a pronunciar sobre el tema “La Carga de Caballería”. Con esta conferencia se inaugura un ciclo dedicado a la acción resolutiva del Arma, que es la Carga. Este ciclo es especialmente adecuado en este año 2021 en el que se conmemora el Primer Centenario de la gesta del laureado Regimiento Alcántara. Me acompaña en la mesa nuestro ilustre conferenciante, que es el antes citado Coronel Jefe del Regimiento España, Don Manuel Mendoza Pérez, a quien damos la más afectuosa bienvenida a nuestra casa, que es la suya, así como a todos los jinetes del Regimiento España. Es para nosotros un alto honor colaborar con nuestros hermanos jinetes del España en este , ya tradicional, acto cultural que celebramos conjuntamente para conmemorar el aniversario de la creación de este importante Regimiento de Caballería que lleva el glorioso nombre de España.

Cedió la palabra Luis Navarro al Coronel Mendoza quien inició su intervención con estas palabras: Este año celebramos especialmente nuestro 362 aniversario, que correspondía al 2 de febrero y que lo atrasamos al mes de junio esperando unas mejores condiciones con la pandemia.

Esas mejores condiciones las tenemos pero no del todo, con lo cual tenemos una limitación de espacio y demás. Es un aniversario especial porque es un aniversario en que el Regimiento está en las Adaptaciones Orgánicas y, probablemente, a fin de año cambie radicalmente su estructura y organización. De hecho en el acto que tendrá lugar el próximo viernes, desgraciadamente, tendremos la disolución de uno de nuestros Grupos, y habrá más cambios que al final acaben en el cambio del Regimiento de dependencia orgánica y traslado a Ronda, y con la dependencia de la Legión. Estaremos precisamente en la Unidad de la cual es fundador su ilustre antepasado, el Coronel Valenzuela.

Señaló que, además, este año la conferencia inaugural se ha hecho coincidir como una parte de un ciclo de conferencias porque se celebra el Centenario de la Campaña de Melilla, que está relacionada precisamente con estas circunstancias. Dentro de la Campaña de Melilla hubo un momento, una crisis dramática en la historia de España cuando sufrimos la grave derrota militar que fue el Desastre de Annual, en la que si hubo un punto brillante que fue la gesta del Regimiento Alcántara defendiendo la retirada de las tropas de Annual.

Coronel de Caballería Carlos Manuel Mendoza

La otra parte de la Campaña de Melilla fue la campaña de refuerzo a la, ahora ciudad autónoma, en el que tuvo sin duda un protagonismo la Legión. Expresó su gratitud hacia la Maestranza por la buena acogida y luego dijo lo siguiente: El Regimiento decidió organizar un ciclo de actividades que inicio yo hoy, por eso es el hecho extraño que el Coronel del Regimiento sea también el conferenciante sobre el tema de la carga y que va a tener un recorrido rápido sobre las cargas de caballería. La Carga de Caballería que va a centrarse, digamos, el 23 de julio que habrá una conferencia sobre la Carga en sí del Regimiento Alcántara, pero queremos acompañarla con otras cargas que ha habido en la historia de la caballería española. Yo voy a hablar de la carga en general, pero en primer lugar quiero expresar mi reconocimiento al Subteniente Jesús García Campo, que en realidad es el artífice que, de alguna manera, pensó este ciclo de conferencias. Es el que realmente guarda la tradición de nuestro Regimiento, y él tiene además una aportación importante en todas las actividades de historia y de cultura que hacemos en el Regimiento. Pero, además, esta vez es el responsable de una conferencia y de una exposición en la que, además, él va a poner una gran parte de su patrimonio personal, del Cuerpo de Caballería, y en otra conferencia que hará con su gran amigo y colaborador Augusto Ferrer Dalmau, en que estarán todos invitados. “esto seguramente no lo habríamos hecho sino fuera por tu apoyo e impulso”.

Quiso hablar de la carga de caballería de una manera un tanto rápida, sin entrar en las cargas que ya tienen su propia conferencia, y quiso realizar un recorrido histórico a través de lo que ha sido lo más importante de las cargas de caballería, para culminar en la Carga de los jinetes del Alcántara, con su jefe el Teniente Coronel Primo de Rivera a la cabeza, en el río Igan, en las cercanías de Melilla, representada en un cuadro de Ferrer Dalmau. Resaltó que la carga es una acción decisiva y resolutiva de la caballería, no la única pero si una de las principales. Pero también tiene unas connotaciones de espíritu y de arte, de hecho es una de las acciones militares más representadas.

Recordó que el Subteniente Campo iba a hacer, junto con Ferrer Dalmau, una conferencia dedicada precisamente a la carga en el arte.
A modo de iniciación, mostró hasta qué punto la carga es espiritual con una serie de fragmentos de películas, algunas de cargas ficticias, otras recreadas, en la esfera del cine.
La carga es ánimo, dijo, espíritu, es valor y es voluntad de acercarse al enemigo, y correr el riesgo que supone. La carga es la acción militar más emocionante que ha habido, repitió que ha habido porque no la vamos a vivir más. Citó al Coronel Eladio Baldovín, como autor de la siguiente frase “la carga no era un choque vulgar, representaba el afán de llegar a la victoria o al sacrificio”.

Luego aseguró que el éxito o fracaso de la carga depende de tres circunstancias. Primera, la potencia de choque de la carga, que a su vez depende de muchas cosas. Depende del caballo, del armamento que lleva el jinete, depende del equipo, de la armadura, depende del orden, de la organización, de cómo se hace la carga. Pero sobre todo depende del valor y firmeza del jinete para llegar a la carga. Hace falta mucho valor para empujar al caballo. El caballo es un animal que tiene todo el valor, toda la voluntad y toda la determinación que le da el jinete. Pone mucha más fuerza y mucha más velocidad, pero la determinación la pone el jinete. Un caballo bien entrenado, un caballo noble, que es la característica del caballo, es que sea tan valeroso como su jinete. Son muchas cosas pero al final predominan las cuestiones espirituales.

La carga del Alcántara (Augusto F. Dalmau)

Otra es la oportunidad. La carga es una acción difícil que, realmente, contra una Unidad bien formada, bien organizada, preparada para la defensa y, sobre todo, si está fortificada, no tiene ninguna posibilidad de éxito. La cuestión de la carga es hacerla en el momento en que el enemigo es débil o está desorganizado, y ya veremos que es importante.

Y la tercera sería el liderazgo. Citó a Primo de Rivera, en el cuadro de Ferrer Dalmau y dijo, “el que dirige la carga, evidentemente y de una manera absolutamente imprescindible, tiene que ir con la carga, tiene que ser uno de los cargantes, es más tiene que ser el primero. Es el que dirige la carga y es el que tiene la capacidad para que esa carga sea efectiva o no, para cambiar su dirección y para lanzarla. No siempre la decisión de lanzar la carga depende del jefe de la caballería, a veces depende de un jefe superior.

Puso un primer ejemplo, remontándose a la época de los fenicios, mostrando una imagen del mosaico, de la Casa del Fauno en Pompeya, en la que se representa a Alejandro y a Dario III, Rey de los persas, que están viviendo la gran carga de Alejandro en la batalla de Issos. Alejandro era el jefe, el líder, no solo de una nación sino de la liga de pueblos griegos. Era el que decidía la estrategia a alto nivel político y militar, era el que decidía la estrategia de la campaña y la operación en la batalla, y era, y esto es lo más importante, el que dirigía la carga a la cabeza de sus hombres.

Carga de la batalla de Issos (Mosaico casa del Fauno Pompeya)

Por eso, aunque han pasado 2000 años de historia, Alejandro sigue siendo importante, porque en todas esas funciones era un genio. Vimos un fragmento de la película Alejandro, y en la batalla de Gaugamela, a unos 30 kilómetros de Mosul, en el actual Irak. Hablando de la oportunidad, el Rey Dario, en un momento dado de la batalla da una orden y organiza los ejércitos y es ahí donde Alejandro ve la oportunidad de entrar en el despliegue enemigo. Observamos que los jinetes no llevan estribo, no llevan silla, llevan lanza. En esas condiciones el choque era realmente difícil. En otra escena de la película vimos el gran ejército de Alejandro, unos 50.000 hombres, y a Alejandro dirigiendo la carga, en la que no eran más de 1500. Pero eran la élite del ejército macedonio, era la nobleza rural y, dentro de ellos, había una élite, la Gema, el Escuadrón Real que dirigía Alejandro, que era un genio. Ganó la batalla de Issos, ganó la batalla de Gaugamela y consiguió un imperio que ocupaba todo el mundo civilizado de la época.

Dio un salto, el ponente, de unos 1200 años y unos 5000 kilómetros para acercarse a nuestra zona, al valle del Jalón, la zona donde se abre entre Terrer y Calatayud. Nos situamos, más o menos, en el año 1080, en plena Edad Media española, donde es especialmente relevante que los conceptos de caballería que usamos nosotros (Regimiento España y Real Maestranza de Caballería) de alguna manera se unen. En aquella época no eran exactamente igual el jinete y el caballero. En este valle, hace unos 30 años, un estudioso arqueólogo de Zaragoza, el profesor Francisco Martínez y José Luis Corral, famoso escritor de novela histórica y Catedrático de la Universidad de Zaragoza, encontraron los restos de un sitio que se suponía que no existía, que es Alcocer.

Alcocer aparece en el Cantar de Mio Cid como una gran batalla, es más, la batalla mejor explicada del Cantar. Se han encontrado los restos arqueológicos del sitio donde se supone que el Cid montó el campamento. De la ciudad de Alcocer queda muy poco. Tenemos al Cid que, de alguna manera, era nuestro Alejandro, de un nivel mucho más reducido. También era el jefe desde el punto de vista estratégico táctico y, también, como Alejandro, jamás fue vencido.

Para saber cómo eran los caballeros de aquella época vimos el tapiz de Bayeux, que es contemporáneo y representa la batalla de Hastings, en el año 1065. Estamos hablando de unos 15 años antes de cuando se supone que hubo la batalla de Alcocer, que no sabemos exactamente si existió. En el tapiz de Bayeux se explica perfectamente cómo fue la batalla de Hastings, cuando el Duque Guillermo de Normandía invadió Inglaterra y se hizo con la Corona, y desde entonces la dinastía de descendientes de Guillermo de Normandía, que eran de origen vikingo, serán los reyes de Inglaterra.

Tapiz de Bayeux

Se aprecia en el tapiz como era un jinete de la época en Normandía. Lleva estribo, que se introdujo poco antes de esa época. En Europa se conocía desde el siglo XI. También se ve una silla con los arzones altos para sujetar al jinete, y el estribo y los pies muy alargados para sostenerse en el caballo. También una loriga, una cota de mallas, que es el precursor de la armadura, mucho más ligera pero que protege. Es un jinete acorazado.

Vemos una lanza y es, quizás, lo más importante del tapiz de Bayeux, que es una transición. En este caso la lleva bien cogida entre el brazo y debajo del codo, de una manera llamada couché, acostada, en francés y aquí en España denominada en ristre. El jinete lleva un casco que protege la nariz. No es la Baja Edad Media, en la que tenemos la armadura completa, y vemos además un escudo en forma de lágrima o de cometa que está adaptado para proteger al jinete de la época. La parte más ancha protege el cuerpo del jinete y la parte más estrecha protege las piernas.

En estas circunstancias el jinete tiene una potencia de choque enorme. Si contamos la embestida del caballo, que serían unos 500 ó 600 kilos, y otros 100 del jinete con toda su armadura y demás, lanzado a unos 20 kilómetros por hora, la energía que tiene la punta de la lanza es equivalente a la que tiene una bola de 500 gramos lanzada a 20 metros por segundo. Es decir la potencia que tiene un cañón en la época napoleónica, capaz de llevarse por delante una fila entera de hombres.

La Edad Media es una época que en Europa, aunque pueda parecer lo contrario, la unión cultural y espiritual era realmente mayor de lo que ha sido nunca en toda la vida. La única institución verdaderamente organizada de una manera moderna era la iglesia católica, la única que mantenía la cultura, y el único idioma culto era el latín.

Pero el tapiz de Bayeux nos ofrece alguna pista más. Aparece en él un caballo que es español, y lo sabemos porque fue un regalo de un rey de España a Guillermo el Conquistador. Uno de los intervinientes en la batalla de Hastings, Sir Walter Giffard, Señor de Longueville, participó aquí en la, digamos, cruzada de Barbastro, en el año 1064, que fue una campaña promocionada por el Papa, y estuvo ayudando en las tropas de Sancho Ramírez. Después, como era costumbre en la época, peregrinó a Santiago de Compostela. A la vuelta se trajo dos caballos que le regaló un rey de España. En eso hay dudas, de si fue Sancho Ramírez, con el que combatió en 1064, o como prefieren decir los ingleses, fue el Rey Alfonso de León, que recorrió sus tierras. Lo que sí sabemos es que eran caballos españoles, de una gran representación. Volvimos a la batalla de Hastings, al momento culmen, cuando los normandos atacan a la infantería anglosajona, dirigida por su Rey Harold II que era también de origen vikingo.

Vimos luego un fragmento del Cantar: “embrazaron los escudos delante del corazón, las lanzas ponen en ristre envueltas con su pendón, todos inclinan las caras por encima del arzón, arrancan contra los moros con muy bravo corazón. A grandes voces decía el que en buena hora nació: !Heridlos mis caballeros, por amor del Creador, aquí está el Cid, Don Rodrigo Díaz el Campeador¡

Todos caen sobre el grupo donde Bermúdez entró. Éranse 300 lanzas, cada cual con su pendón.

Estatua del Cid en Burgos

Cada guerrero del Cid a un enemigo mató. A la tornada otros tantos muertos son”. Evidentemente estamos hablando de una carga con la lanza en ristre, de una carga con una potencia enorme que permitió, según el Cantar, al Cid salir de esa situación en la que estaba sitiado en Alcocer y derrotar a los ejércitos de los reyes moros. El Cid era el que iba delante y Bermúdez el que llevaba el Pendón.

Cantar de Mio Cid

El Cantar nos cuenta otra cosa al hablar de 300 lanzas todas con su Pendón. El Pendón implica que eran señales feudales, señores nobles, a los cuales identificaba con algún tipo de signo o color a pesar de que en aquella época no estaba desarrollada la heráldica. El escritor del Cantar es capaz de identificarlos con nombres y apellidos. Eran la élite de la zona y habla de Minaya Alvar Fañez, que Zorita mandó. Zorita es un castillo y aquí está hablando de alguien que viene como un “simple jinete”, pero que fue castellano y mandó una hueste y un castillo en la frontera, el de Zorita de los Canes, que defendió frente a los almorávides y al final cayó: Habla de Martin Antolinez el burgalés de pro, de Muño Gustioz, que su criado fue, y habla de Alvar Salvadoresz y Alvar Alvaroz. Alvar Salvadoresz es el hermano de Gonzalo Salvadoresz, Conde de la Bureva, uno de los grandes magnates de Castilla. Sin embargo aquí estaba como un simple soldado a las órdenes del Cid. Su hermano murió cerca, en la traición del castillo de Rueda de Jalón.

Quiso mostrarnos, Mendoza Pérez, un vídeo con la formación de una carga de la época de Alejandro, que era la cuña, es decir el jinete principal iba delante y junto a él su hueste más cercana, en el caso de Alejandro la Gema, en el caso del Cid prácticamente todos, formando un triángulo que hace penetrar la caballería. En ese momento de la carga el primer choque sería terrible y el choque de toda la carga, eso que se ve en el tapiz de Bayeux, sería lo que consiguió el Cid Campeador.

El Alférez Real Álvaro Nuñez de Lara (las Navas de Tolosa)

Luego vimos otra carga, muy posterior, que es en la toma de Arjona por Gerardo Alvarez de Lara, ya en el reinado de Fernando III.
Nos sigue explicando, el Cantar, la batalla: al buen Alvar Fañez le mataron el caballo, la lanza tiene quebrada y a la espada metió mano, y tanto moro mató que no es posible contarlo”.

En un fragmento de la película El Reino de los Cielos, de Ridley Scott, vimos la recreación de la batalla del Crac, que jamás existió, y en ella los caballeros de Balian de Ibelin, Señor de Rambla, que realmente no combatieron, porque las tropas de Saladino se retiraron cuando aparecieron las fuerzas del Rey Balduino IV el Leproso. Vimos lo que sería una carga de caballería de la época, 100 años después de la que hemos contado. Lo extraño es que fuera, digamos, de un ejército contra otro. Esto es muy raro, normalmente se carga contra un ejército que huye o que está parado. En la película hay Caballeros Templarios y Caballeros Hospitalarios, y otros que son simplemente Caballeros Cruzados, que forman una pequeña cuña, y que hay un choque terrible.

Insistió el Coronel Mendoza en que es posible que nunca existiera esa batalla de Alcocer y que realmente el Cantar nos está contando una mezcla de batallas del Cid. Pero es cierto que el Cid dio muchas batallas, todas victoriosas, que se resolvieron con una carga de caballería.

Mencionó la última, que fue la de Bairén un castillo cerca de Gandia, entre la montaña y el mar. El Cid venía de su castillo de Peña Cadiella y ve interrumpido el paso por los almorávides yendo a Valencia. No hay muchos detalles de la carga, pero sabemos que el Cid, directamente, resolvió el bloqueo con una carga en la que intervinieron él y el que en aquel entonces era su gran aliado y amigo, Pedro I de Aragón, y hay muchas fuentes que dicen que además estaba su hermano pequeño, el futuro Rey Alfonso I el Batallador.

Luego dijo el coronel: “yo creo que si, que no solo estuvo sino que además aprendió de la táctica del Cid, que fue el único capaz de derrotar a los almorávides excepto Alfonso el Batallador, en la batalla de Cutanda, aquí cerca de Calamocha, que fue la otra segunda derrota de los almorávides, también con una carga de caballería. Carga en la que también intervino el Duque de Aquitania, Guillermo el Trovador, que fue luego el abuelo de Leonor de Aquitania,

Sancho VII de Navarra sobrepasando el palenque del Miramamolin

Él también venía de peregrinación a Santiago, para que veamos la gran cantidad de enlaces que había en la Europa de entonces”.
Después quiso que viéramos lo que fue la gran batalla medieval, como se resolvería la carga de las Navas de Tolosa, y ahí es importante que el ejército cristiano se ve dividido en dos. A la derecha tenemos el campo de Miramamolin, de los almohades. Vemos que el ejército cristiano se dividió en tres grandes cuerpos, que dieron tres cargas sucesivas, de manera que la batalla se resolvió con el empuje combinado de las tres cargas. El campo de batalla, muy bien elegido por el Rey Alfonso VIII de Castilla, que era el que dirigía el ejército cristiano, no permitía a los almohades usar de sus tácticas habituales. Los almohades eran superiores en caballería ligera y, normalmente, hubieran intentado rodear las alas, pero aquí no pudieron.

Luego vimos una representación, en cómic, de la primera, que sería la que dirigía el Adelantado de Castilla, Don Diego López de Haro, Señor de Vizcaya que era al que normalmente le correspondía el primer puesto en la batalla. Además iban las milicias concejiles fronteras. Vimos a la izquierda la bandera de los dos lobos, de la Casa de Haro y a la derecha el oso de la milicia concejil de Madrid, puesto que en la Edad Media castellana era típico, y además una característica especial española, que hubieran las milicias concejiles, la caballería villana de las ciudades frontera. En aquella época la llamaban caballería villana pero, sin duda, es el origen de la mayor parte de los linajes nobles de ahora.

A continuación vimos un ejemplo de la segunda carga, que debió de ser la más fuerte, en ella estaban las cuatro órdenes militares, las dos internacionales, el Temple y el Hospital y las dos españolas de la época, Calatrava y Santiago. Tenemos claro que las Órdenes eran los más disciplinados y los más arrojados. En la caballería andalusí, que se retiró, había jinetes almorávides y andalusies, musulmanes originarios de España que se retiraron.

Y la tercera, la definitiva, la dieron los tres reyes. De los cuatro reyes de España, en esa batalla teníamos tres. El Rey Alfonso VIII, que era el que dirigía porque era su territorio de Castilla; el Rey Pedro II de Aragón, que luego moriría en otra carga, en la batalla de Muret, en la zona del Rosellón; y el Rey Sancho VII de Navarra.

Vimos la gran gesta del Alférez Real, el que llevaba el Pendón, Alvaro Nuñez de Lara, que iba al lado del rey, pasando el palenque del Miramamolin, que estaba protegido por unos guerreros subsaharianos que tenían los almorávides.

No sabemos si eran esclavos o no, pero combatían a pie y encadenados, para crear un obstáculo insalvable. Vimos a Sancho VII de Navarra con su maza de tres bolas en vez de espada, que era lo típico en él.

Representación de la batalla de Crécy

La gesta de las Navas la compartieron todos, pero sobre todo ha quedado en la memoria de Navarra porque su Rey Sancho VII, que era descendiente del Cid, fue el que cruzó el palenque y fue el primero que entró. Desde entonces, como sabemos, la bandera y el escudo de Navarra tienen las cadenas. Otra imagen vimos del Rey Pedro II de Aragón, en la batalla de Muret, yendo delante, dirigiendo la carga. La muerte de reyes y dirigentes en combate no era nada inhabitual y en este caso si no fue en las Navas si fue después en Muret, luchando contra la caballería franca de un cruzado, de Simón Monforte.
La siguiente que vimos fue otra batalla, la de Crécy, conocida mundialmente, sobre todo por los ingleses, porque les afecta mucho ya que fue una victoria inglesa, de su gran Rey Eduardo III en Francia. Es conocida sobre todo por la actuación de los arqueros ingleses, long bow , pero el Coronel Mendoza quiso fijarse en uno de los caballeros que cargaron con el rey Felipe VI de Francia. Es Juan de Luxemburgo, Rey de Bohemia, Elector del Imperio. Cargó con una particularidad que sin duda nos va a llamar la atención y es que era ciego.

Se ha dicho que en la carga eran importantes los valores, era importante el espíritu. En un momento dado, la caballería dio tal preeminencia al honor, al espíritu y al valor que se puso por delante de cualquier consideración militar, incluso personal.

Ahora podemos preguntarnos ¿pero cómo puede ir un ciego a la carga?, pues fue y murió en la carga. Fue con su hijo que, viendo que la batalla iba mal, se pudo retirar, pero su padre junto con sus deudos se habían internado tanto en el bando inglés que ya no pudieron retirarse, murió y lo encontraron al día siguiente junto con los suyos. Según el cronista Jean Froissart, había matado a unos cuantos ingleses, a pesar de ser ciego.

Muchas más cosas acerca de la carga de caballería nos contó el Coronel Carlos Manuel Mendoza Pérez, pero nosotros hemos de finalizar aquí esta crónica y lo hacemos felicitando al Jefe del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado España 11 y al Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza por la organización y presentación en Zaragoza de esta magnífica conferencia, e igualmente expresamos a ambos nuestra gratitud por haber sido invitados a ella.

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