Fue el pasado 18 de junio de 2025 cuando acudimos, invitados por la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, al Palacio de la Antigua Capitanía General de Aragón para asistir a la presentación en Zaragoza del libro “Oroquieta, el principio. Vivencias de camillero” , “una historia escrita no con tinta, sino con generosidad sacrificio y humanidad”.
El acto tuvo lugar, a partir de las 19.00 horas, en el Patio de Santa Teresa, de este bello edificio, presidido por el Excmo. Sr. Delegado del Gobierno de España en Aragón, Don Fernando Beltrán Blázquez, al que acompañaba en la mesa presidencial el Ilmo. Sr. D. Tomás Vela Esperabé, Presidente de la Junta Nacional de AEVBTS.

Asistieron, entre otras, las siguientes autoridades y personalidades: Excmo. Sr. Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, General de Brigada, Don Prudencio Horche Moreno; Excmo. Sr. General Jefe de la Brigada “Aragón” I, G.B. Don Guillermo del Barrio Díez; Excmo. Sr. General Jefe de la Base Aérea de Zaragoza, G.B. Don Pascual Soria Martínez; Teniente Coronel de la Guardia Civil, D. Antonio Jesús Rodríguez Gomara, en representación del General Jefe de la VIII Zona de la G.C; Comandante D. Joaquín Fidalgo Perris, en representación del Coronel Jefe del Hospital General de la Defensa en Zaragoza.
Entre los numerosos invitados pudo verse a la Ilustre Condesa viuda de Bureta, Dña. Mª del Carmen Izquierdo López.
Los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battenberg, estuvieron representados por el Ilmo. Sr. D. Manuel Grao Rivas, Jefe de Relaciones Institucionales del Tercio Norte-Aragón.
Asistieron igualmente, representaciones de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, y Asociación de Soldados Veteranos Paracaidistas de Aragón.
Inició el acto el Presidente de la AEVBTS, con la siguiente introducción: mi nombre es Tomás Vela, en tiempos, servía como Oficial Primero del Cuerpo de Tropas de Socorro de Cruz Roja y hoy tengo el honor de ser el Presidente de la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro de la antigua Cruz Roja.
Hemos editado un libro, que era uno de los planes que teníamos y de los proyectos que hemos tenido desde que la Asociación se creo, editar un libro para dar a conocer la historia de lo que hacíamos en nuestros tiempos de servicio. Una historia que muchos de los que están aquí, por su edad, no la conocen muy a fondo, o la conocen superficialmente, otros sí porque han sido parte de ella. Este libro se ha editado, además, con la idea de recaudar fondos para otro proyecto importante, como es erigir un monumento al Voluntario de las Tropas de Socorro. Estamos trabajando en ese proyecto y esperamos que, a no tardar mucho, podamos ir adelante, avanzando, y hacerlo, para poder verlo algún día hecho realidad.

Hizo, Tomás Vela, una primera aproximación de lo que era, o cómo se fundó Cruz Roja, porque es interesante, dijo, saber el origen de lo que era Cruz Roja y como derivó en las Tropas de Socorro.
A partir de aquí les mostramos, queridos lectores que nos siguen, la información ofrecida en la presentación digital preparada por la AEVBTS.
ANTECEDENTES. 24 de junio de 1859, Batalla de Solferino, entre el ejército Austríaco al mando de Francisco José I y el ejército de Napoleón III de Francia y el del Reino de Cerdeña comandado por Víctor Manuel II.
Después de nueve horas de batalla, el bando Austríaco fue forzado a rendirse. Bajas en el bando aliado: 2482 muertos, 12512 heridos, y 2922 capturados. Por su parte, más de 3000 soldados austríacos murieron, 10807 heridos, y 8638 capturados o desaparecidos.
Tras la batalla, Henry Dunant, testigo de la agonía y sufrimiento de los heridos abandonados, se sintió motivado para crear una organización de ayuda a los heridos en batalla, que tomaría el nombre de Comité Internacional de Cruz Roja.
5 DE MAYO DE 1872. Como si el destino lo hubiera querido, el bautizo de sangre de Cruz Roja Española, se materializó el 5 de mayo de 1872, también en una batalla, concretamente en la Batalla de Oroquieta, en España. Fue en esta batalla, en la que un hombre, médico y militar, conocido como el Henry Dunant español, el fue Nicasio Landa, que con un grupo de “locos” (así los llamaron en ese tiempo), se adentró en el campo de batalla, para rescatar a los heridos que agonizaban sin atención alguna, ideando además un artilugio para poder rescatar a estos pobres hombres, que se llamaría “Delantal Landa”.

Y ESE FUE EL PRINCIPIO. Desde ese 5 de mayo de 1872, hasta la nefasta fecha del 25 de octubre de 1938, fecha en que siendo Presidente de Cruz Roja Don Leocadio Marín (19861990), se disolvió el Cuerpo de Tropas de Socorro, esos primeros locos seguidos luego por los hombres y mujeres que les cogieron el relevo, dedicaron parte de su tiempo a socorrer a sus congéneres en cuantos momentos fueron precisos, sin esperar nada a cambio, y siendo en muchas ocasiones los primeros en llegar al lugar requerido.

Tuvieron un papel importante en conflictos armados, por ejemplo en la Guerra Civil española, siendo pieza clave para transmitir la correspondencia a los combatientes de uno y otro bando. Intervinieron en grandes concentraciones, en importantes catástrofes, incendios, derrumbes, atentados, epidemias, todo ello sin ver en el peligro el propio peligro al que ellos estaban expuestos, llegando en algún caso a perder la vida en acto de servicio.
Según el Reglamento del Cuerpo de Tropas de Socorro, era “Fuerza Auxiliar de la Sanidad Militar” y como tal, desde 1972 hasta 1988, tenían asignado un cupo de soldados de reemplazo que realizaría el Servicio Militar Obligatorio, en los puestos de Socorro de Carretera de lunes a viernes, cuando para el fin de semana serían relevados por personal voluntario. No creo equivocarme cuando manifiesto que en 1972, la mujer entró en el Cuerpo de Tropas de Socorro.
Y pienso que fue el primer cuerpo uniformado en que la mujer entró con los mismos derechos y obligaciones que los hombres, llegando a alcanzar las mismas graduaciones o empleos que los miembros masculinos, ocupando puestos de mando en unidades mixtas.
LLEGA EL 20 DE SEPTIEMBRE DE 2020. Tras 32 años de la disolución del Cuerpo de Tropas de Socorro, nace en el seno de varios antiguos Oficiales y Suboficiales que prestaron sus servicios en el mismo, la idea de crear la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, con la intención principal de hacer llegar a la Sociedad actual el conocimiento de aquel desinteresado trabajo.

Fruto de ese empeño por dar a conocer a la Sociedad ese trabajo sordo, que se realizó durante 116 años, nace el proyecto de escribir y publicar un libro, que escrito por los propios protagonistas, presentara una pequeña muestra de aquel trabajo. A lo largo de sus páginas, irán describiendo historias y sucesos, de los que posiblemente hayan oído hablar, pero que por su juventud no han vivido.
Son relatos de una historia de España acompañados de intervenciones humanitarias.
No se ha pretendido escribir una gran obra literaria, pero sí una historia que pueda llegar al corazón de quien disfrute de su lectura. En ella se narran situaciones vividas en diferentes operativos, pero no nos hemos centrado solo en las situaciones negativas, también hay un hueco para anécdotas que, como no podía ser de otra manera, hoy nos pueden causar risa al recordarlas. También hay un apartado a recordar la memoria de aquellos compañeros que dieron su vida en el ejercicio del servicio, que también los hubo.
En definitiva, una historia tal y como describe en el prólogo nuestro querido Delegado del Gobierno de España en Aragón, “… una historia escrita no con tinta, sino con generosidad, sacrificio y humanidad”.
A continuación, Tomás Vela retomó su intervención y dijo lo siguiente, voy a leer un escrito que me ha enviado esta mañana un amigo periodista, que resume bastante bien el libro. Dice: Oroquieta, el principio. Vivencias de camillero, es una obra imprescindible para comprender y valorar el papel, silencioso pero esencial, que desempeñaron durante décadas las Brigadas de Tropas de Socorro de Cruz Rola Española. Escrito por la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, este volumen inaugura una colección destinada a preservar la memoria de un Cuerpo que, hasta su desaparición en 1988, fue ejemplo de entrega, compromiso y vocación de servicio.
A través de 48 relatos, escritos por sus propios protagonistas, el libro ofrece un recorrido humano y sobrecogedor por algunas de las intervenciones más significativas realizadas por estas Brigadas, en circunstancias muchas veces límite y con medios escasos.
Cada página recoge no solo una actuación sino también el latido emocional de quienes, con una camilla al hombro y el corazón dispuesto, protagonizaron momentos clave de nuestra historia reciente; la tragedia del camping de Los Alfaques; el asalta al Banco Central de Barcelona; la rotura de la presa de Tous; la epidemia de cólera del 78 en Zaragoza, o la inauguración del Puesto de Socorro y del monumento a Henry Dunant en Luna, entre otros muchos.
Con prólogo del Excmo. Sr. D. Fernando Beltrán Blázquez, Delegado del Gobierno de España en Aragón, esta obra de 200 páginas supone un homenaje colectivo, no exento de emoción y orgullo, a la figura del Camillero Voluntario, símbolo del espíritu fundacional de Cruz Roja.
Oroquieta, el principio. Vivencias de camillero, ha sido recibido con gran interés tanto por la Casa Real como por la Oficina Central de Cruz Roja Española, instituciones a las que se ha hecho llegar esta primera edición, y cuyos beneficios irán destinados a la construcción de un monumento al Camillero como testimonio perdurable de gratitud.
Gratitud hacia quienes dedicaron su tiempo, y sin dudar, a socorrer al prójimo.
Este libro no es solo una recopilación de hechos, es memoria viva, es legado, es historia contada por quienes la construyeron desde la trinchera de la solidaridad. En definitiva, como hemos dicho antes, “una historia escrita no con tinta sino con generosidad, sacrificio y humanidad”.
El Presidente de la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, finalizó a sí su intervención: por mi parte eso es todo, y ahora le cederé la palabra al Sr. Delegado del Gobierno, que creo que nos dirá alguna cosita, ya que ha sido el autor del prólogo y estamos encantadísimos de que hoy esté aquí con nosotros.

Seguidamente, intervino el Excmo. Sr. D. Fernando Beltrán Blázquez, y estas fueron sus palabras: Muchísimas gracias, querido Tomás, Presidente de la Asociación Española de Veranos de las Brigadas de Tropas de Socorro. Saludo también a los Generales que habéis tenido la amabilidad de compartir el acto, al Teniente Coronel de la Guardia Civil, y al Comandante en representación del Hospital Militar. Condesa, muy buenas tardes.
Déjenme que agradezca al General Horche que haya cedido este espacio, inmejorable marco para hacer la presentación de este libro, en su calidad de Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, muchas gracias mi general, porque aquí siempre estamos cómodos y estamos a gusto. Quiero saludar también a los representantes, en primer lugar, de la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, pero también al resto de representantes de otras asociaciones de veteranos, por trabajar en la hermandad y por estar también presentes acompañando a los compañeros que tuvieron la feliz idea de escribir un libro.
Un libro que es historia de España y un libro que se escribe como una aglutinación de historias. Historias personales, vivencias personales, de personas que han trabajado en las Brigadas de Tropas de Socorro bajo el Emblema de la Cruz Roja, y que compiladas suponen unos cien años de la historia de nuestro Estado.
Evidentemente, en el momento en que decides poder relatar el prólogo, yo me leo el libro, no se puede hacer de otra manera, en este caso un primer borrador. Me leí todas las experiencias y reconozco que me retrotrajeron porque yo, por edad, ya he vivido muchas de las historias. Yo recuerdo perfectamente el episodio del camping de Alfaques, he sido de los que han viajado por carretera y he visto, he identificado los puntos kilométricos de los Puestos de la Cruz Roja, porque suponían la posibilidad de tener una mano amiga, una ayuda ante cualquier contingencia.
La historia de España reciente ha sido convulsa en materia de atentados, catástrofes naturales, de diferentes acontecimientos donde, ahí en las imágenes, al principio en fotografías y posteriormente en televisión, se os veía siempre con alta disponibilidad, con vocación de servicio. Es llamativa esa autodenominación de camillero, cuando en realidad el trabajo iba mucho más allá de las personas que meramente trasegaban a las personas heridas o fallecidas de un sitio para otro, va muchísimo más allá, con una trascendencia muchísimo mayor. Tú lo has comentado Tomás y a mí también me evocó.
La Unidad Militar de Emergencias cubre los espacios que, en su momento, pudo cubrir las Brigadas de las Tropas de Socorro y la labor de la Cruz Roja. Porque al final, y hablo desde la sociedad civil, pero como miembro de la sociedad civil que he conocido y conozco de una manera bastante privilegiada el mundo militar. He sido profesor de la Academia General Militar bastantes años y he sido Subdirector del Centro Universitario de la defensa, con lo cual he vivido y he convivido con las dinámicas de la milicia.
El poder dar servicio civil desde la organización y la preparación de lo militar es realmente clave en el éxito que tenemos hoy en día de la gestión de las emergencias. Se pueden imaginar que como Delegado del Gobierno me toca estar en el grupo de gestión de emergencias cuando éstas se producen en la Comunidad Autónoma, y desafortunadamente ya me ha tocado vivir unas cuantas.
Conociendo lo que nosotros, en la vida civil, llamamos la preparación, en el caso militar el planeamiento de todas las misiones, el entrenamiento es fundamental. En la vida civil se hacen muchísimos simulacros, pero desde luego en el ámbito militar absolutamente todo está previsto, de una manera o de otra; la rapidez en el despliegue; el apoyo de la Logística; las capacidades que se tienen uniendo diferentes partes de sus Batallones, Brigadas, Unidades, etc. etc.
Todo eso configurado con una alta disponibilidad de medios, y de unos medios como los que tiene la UME en estos momentos, que es de lo último y de lo mejor que se puede encontrar en materia de tecnología, provoca que la sociedad civil, y lo hemos visto recientemente, muy recientemente, reclame la presencia de la UME para prestar servicio allá donde se ha producido o se está produciendo una catástrofe.
Y, afortunadamente lo tenemos muy bien organizado de esta manera. De forma que antes nos gustaba ver a los camilleros de la Cruz Roja en todos los sitios, tenerlos presentes, verlos en los campos de futbol, en todos aquellos acontecimientos y situaciones donde se podía prever que podía pasar algo. Lo mismo que hacemos nosotros ahora en las Juntas de Seguridad, donde tienes una previsión de si el acto podría ser más o menos conflictivo de cualquier naturaleza, ahí estaban las personas de la Cruz Roja, y estaban no por estar sino con una inmediatez de actuación y una eficacia en el trabajo realizado digno de elogio y encomio.
Buena parte de estas cosas que yo estoy contando se ven ahí, en estas anécdotas personales, o en estas vivencias personales, en estos recuerdos que encontrarán en el libro. De manera que afortunadamente, a pesar de lamentándolo mucho la desaparición de las Brigadas de Tropas de Socorro, que habéis escrito páginas, y permíteme que use el superlativo de páginas “gloriosas” de la historia y de las catástrofes y emergencias en España, ahora tenemos sucesores que recogen de buena manera vuestro legado, y gracias a que existe esa organización de naturaleza militar, que yo creo que a todo el mundo nos da tranquilidad y nos da seguridad en el modus operandi.

Quiero también hacer un breve apunte sobre el trabajo que hacéis los veteranos. Yo, ya lo sabéis los que me conocéis, me gusta involucrarme, me gusta acompañaros, me gusta conoceros, me gusta estar con vosotros en la disponibilidad que yo tengo en la agenda, pero intento hacerlo porque representáis a personas que, habiendo servido a España cada uno desde vuestras diferentes Unidades, desde vuestras diferentes localidades geográficas, habiendo sido generosos con vuestra vida, con vuestras horas y con vuestro tiempo, aspecto que también a destacado Tomás, estando en edad de descansar, renunciáis voluntariamente a hacerlo porque os seguís involucrando en actos, involucrando en actividades, tratando de mantener viva la memoria y la realidad de lo que vosotros vivisteis, porque desde luego es fundamental recordar la historia, y sobre todo recordar algunos episodios de la historia, en la idea fuerza de que no se repitan, porque hay aspectos de nuestra historia que no debería repetirse.

De manera que vosotros nos trasladáis vuestras vivencias, vuestros recuerdos, seguís manteniéndoos firmes con vuestros uniformes, organizando vuestros actos.
Es cosa que yo os reconozco, os agradezco y además, cada vez que tengo la oportunidad de departir con vosotros un ratito, y me aportáis alguna vivencia, algún conocimiento, alguna experiencia, es también sumamente enriquecedor para mi. Con lo cual vaya también en este acto, además de manifestaros que desde luego tenéis que leer el libro, recomendarlo y divulgarlo, tenéis que ayudar a que los fines benéficos del libro alcancen los objetivos que os habíais marcado económicamente.
Os agradezco que hayáis aportado las vivencias que hay aquí escritas y os agradezco que hayáis salvaguardado este pedacito de la historia de España que es una historia, en este caso y en otras páginas de la historia de España, más que relevante.
Así que gracias a todos por vuestra participación, vuestro esfuerzo, vuestra iniciativa, y la personalizo en ti, Tomás, porque has estado tirando del carro desde el primer minuto hasta el último. Muchísimas gracias.

A continuación, el Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, General Prudencio Horche, hizo entrega al Presidente de la AEVBTS, Tomás Vela, de un libro que contiene la historia del Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón, magnífico ejemplo del neoclasicismo tardío en la Inmortal Ciudad de Zaragoza.
Desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España, felicitamos a la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro por la brillante organización del acto, y a la Comandancia Militar de Zaragoza y Teruel por acogerlo, a la vez que expresamos nuestro agradecimiento por haber sido invitados al mismo.