Actos Sociales

LA ORDEN ECUESTRE DEL SANTO SEPULCRO DE JERUSALÉN CELEBRA CON GRAN BRILLANTEZ EN ZARAGOZA VARIOS ACTOS EN HONOR DE LA VIRGEN DE PALESTINA

Acto solemne en la iglesia de San Gil Abad de Zaragoza

El pasado mes de diciembre de 2.018 tuvimos el honor de asistir, en la capital aragonesa, a la celebración de los actos programados en honor de la Virgen de Palestina.

Fuimos invitados por la Lugartenencia de la España Oriental de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, Capítulo Noble de Aragón, Cataluña y Baleares, de la que es Lugarteniente el Excmo. Sr. Enric Mas i López.

En su nombre, recibimos la invitación a través de la Sección de Aragón, de la que es Presidente el Ilmo. Sr. Carlos E. de Corbera y Tobeña, y a ambos les quedamos profundamente agradecidos por el honor del que fuimos objeto.

Antes de iniciar el relato de los diversos actos, de lo que fue una jornada maravillosa, queremos ofrecerles, queridos lectores que nos siguen, alguna reseña histórica acerca de esta antiquísima Orden que hunde sus raíces en la Alta Edad Media.

La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén fue instituida durante la Primera Cruzada a Tierra Santa, en 1.099, por Godofredo de Bouillón tras conquistar Jerusalén, y fue la encargada de velar y proteger el Sepulcro de Jesús, y en general los Santos Lugares, estando integrada por canónigos y caballeros. Con la caída de Jerusalén en 1.187 y de la fortaleza de San Juan de Acre en 1.291, los caballeros del Santo Sepulcro tuvieron que abandonar Tierra Santa. A partir de este momento, la vela de los Santos Lugares y protección de los peregrinos, merced a la intervención de San Francisco de Asís, la vienen ejerciendo los Franciscanos, a través de la Custodia de Tierra Santa.

En Aragón, el Rey Alfonso I, el Batallador, lega a su muerte en 1.134 el reino a las órdenes militares de Jerusalén y su presencia en la Corona de Aragón se mantiene gracias a la defensa y apoyo del Rey Fernando el Católico, y de la Real Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, casa madre de la Orden en España.
Después del restablecimiento del Patriarcado Latino de Jerusalén en 1.874, el 24 de enero de 1.868 el Papa Pio X con su breve «Cum Multa» renovó la Orden y estableció como su finalidad principal «proteger y propagar la fe católica en todos los lugares de Tierra Santa», otorgándole un nuevo Estatuto. Las Damas fueron admitidas con igualdad de derechos que los Caballeros ya desde 1.888.

Actualmente la Orden está formada por unos 30.000 miembros.

Se estructura en 64 Lugartenencias repartidas por todo el mundo, y España está dividida en dos: la de España Oriental que abarca el Capítulo Noble de Aragón,  Cataluña, Baleares, Navarra y Valencia, y la de España Occidental, que abarca el Capítulo Noble de Castilla y León.

Hoy en día, la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, con el Papa como soberano, es la institución encargada por la Santa Sede de mantener económicamente el Patriarcado de Jerusalén y sus actividades a favor de las comunidades cristianas de Tierra Santa.

Sus tareas, que benefician a más de 500.000 personas, se centran en el mantenimiento económico de sesenta y ocho parroquias, cuarenta escuelas, seminarios, hospitales, universidades, centros de salud, becas de escolarización, etc. Sus actividades sociales, y en particular las educativas, están abiertas a fieles de todas las religiones. La Orden también presta su colaboración económica a otras iniciativas a favor de cristianos y refugiados en otros países de Oriente Medio.

Mesa presidencial

Después de estas necesarias notas introductorias, comenzaremos por decir que los actos organizados en honor de la Virgen de Palestina, fueron presididos por el Excmo. Sr. Lugarteniente D. Enric Mas i López, Caballero Gran Cruz de la Orden y se iniciaron a las 11.00 horas, en el muy prestigioso marco del Patio de la Infanta, de Ibercaja, con la presentación del libro titulado: «La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén en Aragón. Homenaje en el 900 aniversario de la Reconquista de Zaragoza«.

La mesa presidencial estuvo compuesta por el Lugarteniente de la Orden, el Presidente de la Sección de Aragón, Ilmo. Sr. D. Carlos E. de Corbera y Tobeña, y el Presidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, de Zaragoza, Excmo. Sr. D. Domingo J. Buesa Conde.

Estuvieron presentes las siguientes representaciones: Por la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, el Excmo. Sr. D. Pedro de Sancristóval y de Múrua, Conde de Isla y Caballero Comendador de la Orden del Santo Sepulcro, acompañado por su esposa Dª Carmen Zurita y Saez de Navarrete, Dama de Encomienda de la Orden del Santo Sepulcro; Por la Real, Antiquísima y Muy Ilustre Cofradía de Caballeros Nobles de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza, su Hermano Mayor el Ilmo. Sr. D. Juan Luis Cavero y Caro, Marqués de Lácar, acompañado por su esposa; Por la Sagrada y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, el Ilmo. Sr. D. Alberto García Mir; Por los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battemberg, D. Manuel Grao Rivas, Jefe de Relaciones Institucionales del Tercio Norte «General Aranda».

Asistieron igualmente los Ilmos. Srs: Arturo Guillén y Bruned, y Javier Ferrer Bailo; los Srs. de Albareda-Ferraz, descendientes del Marqués de Amposta, así como numerosas personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad zaragozana, y aragonesa como iremos viendo en el transcurso de esta crónica.

Se inició el acto de presentación con la intervención de Domingo Buesa, quien dijo que para la Fundación Ibercaja era un honor acoger, en uno de los espacios más emblemáticos de la fundación, como es el Patio de la Infanta, la presentación del libro sobre La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén en Aragón, y además coincidiendo con un acontecimiento muy importante como es la celebración, en estas fechas, del noveno centenario de la conquista de la ciudad de Zaragoza por Alfonso el Batallador. Una conquista que es el gran sueño de todos los reyes aragoneses desde Ramiro I y que se materializa en diciembre de 1.118.

Señaló Domingo Buesa que, coincidiendo con este evento, la fundación ha querido, de acuerdo con las instituciones aragonesas, poner en marcha una gran exposición que sea el medio de dotar de imagen aquel acontecimiento, pero sobre todo que sea también el instrumento para que los zaragozanos y aragoneses recuperen una parte importante de su historia, se puedan sentir orgullosos de la historia de esta tierra y, de alguna manera también, empiecen a descubrir aquellos rasgos que marcan la identidad.

Luego dijo lo siguiente: «Evidentemente Aragón es un territorio muy vinculado a la operación de la conquista de Jerusalén, no solamente porque en un momento dado el testamento de Alfonso I el Batallador abrió la vía y la presencia en Aragón a una serie de Órdenes militares sino porque la persona que lleva a cabo la conquista de Zaragoza, que es el Vizconde Gastón de Bearne, es el hombre que ha sido distinguido por el Papado con el Título de Cruzado en la conquista de Jerusalén, y a él se debe fundamentalmente el asalto definitivo. Por tanto la conquista de Zaragoza, que se hace también con un motivo de Cruzada, que se declara en Poitiers en la primavera de 1.118, está íntimamente unida a la conquista de Jerusalén«.

Portada del libro presentado

No sin antes poner a disposición de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén las instalaciones de la Fundación Ibercaja, para la celebración de los eventos que precisase, Domingo Buesa cedió la palabra al Presidente de su Sección de Aragón, Carlos Corbera, acerca del cual dijo lo siguiente: «Además de ser un activo académico de la Academia que tengo el honor de presidir, es una persona que está alcanzando cotas muy notables de presencia en lo que es el mundo de la creación intelectual aragonesa«.

Inició su intervención Carlos Corbera con palabras de agradecimiento, muy en especial hacia la Fundación Ibercaja por haberles prestado este marco de la cultura aragonesa de ayer y de hoy.

Recordó que Zaragoza conmemora este año 2.018 el 900 aniversario de la reconquista de la ciudad por las tropas de Alfonso I, Rey de Aragón y de Navarra, al cual los Caballeros del Santo Sepulcro se sienten estrechamente vinculados porque fue, gracias al testamento del Batallador que legó el Reino de Aragón a las Órdenes que estaban en Jerusalén, el motivo por el que la Orden del Santo Sepulcro se implantó en Aragón y de Aragón al resto de España.

Continuó con las siguientes palabras: «La orden del Santo Sepulcro y la Sección de Aragón se siente muy vinculada a esta ciudad y, en fecha tan importante para ella, no podíamos pasar sin estar presentes y la forma ha sido homenajear, mediante este libro que explica la historia de la Orden en Aragón, los acontecimientos que ha tenido, y los Caballeros más representativos que han existido en esta región» .

Reseñó que 2.018 es también fecha de otros aniversarios. Se conmemora igualmente este año el 700 aniversario de la creación del Arzobispado de Zaragoza, que supuso la incorporación de varias diócesis a la diócesis de Zaragoza. También la Orden tiene relación con este aniversario, pues varios prelados que han llevado la mitra cesaraugustana han tenido estrecha vinculación o incluso han pertenecido a la Orden del Santo Sepulcro.

Sirva como ejemplo el cuarto arzobispo, Don López Fernández de Luna, que fue Patriarca Latino de Jerusalén y el gran benefactor e impulsor de la construcción y finalización del monasterio del Santo Sepulcro que está en Zaragoza.

Ya en el siglo XX, el Cardenal Soldevila fue también Gran Cruz de la Orden, y Grandes Priores de la Lugartenencia lo fueron los arzobispos Don Pedro Cantero Cuadrado y Don Elías Yanes. Por tanto, la Orden también se suma a este aniversario.

Puso de manifiesto Carlos Corbera que no solo la ciudad está de aniversario y celebración.

También la propia Orden celebra este año el 130 aniversario de un hito importante y clave para ella, que fue la concesión por el Papa León XIII, de la incorporación de las Damas a la Orden. A este respecto, dijo Corbera lo siguiente: «A nuestra Sección le cabe la honra de tener a la que podemos considerar más noble de todas las Damas, que no es otra que la Virgen del Pilar, que fue nombrada en 1.953 por la Lugartenencia de España Oriental, Dama de la Orden del Santo Sepulcro«.

Imagen de la Virgen del Pilar

Aparte de ello, se celebra también en 2.018 los 300 años de la inauguración de la fábrica barroca, un 12 de octubre de 1718, del templo del Pilar. Sobre todos estos temas ha querido tratar la Orden en el libro que ahora se presentaba, tratados por miembros de la Orden o personas muy vinculadas a ella. En él han colaborado con artículos, en primer lugar Domingo Buesa, sobre la conquista de Zaragoza en 1.118, poniéndola en relación con la conquista de Jerusalén pues, como saben ustedes, caballeros bearneses asistieron a la conquista de Zaragoza y utilizaron incluso los mismos medios que se habían utilizado para alcanzar las murallas de Jerusalén, bajo la dirección de Gastón de Bearne quien, como explicó antes Domino Buesa, se encontró también en la conquista de Jerusalén.

El segundo capítulo del libro, continuó explicandonos Carlos Corbera, es el de Los Reyes de Aragón y su protección sobre el Santo Sepulcro, que ha escrito el Caballero Gran Cruz de la Orden, Juan Antonio Cremades Sanz-Pastor, también presente en la sala.

El Doctor Wifredo Rincón también ha escrito sobre el templo del Santo Sepulcro a partir de su elevación al rango de Colegiata, nuevamente en el siglo XX. La Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, para todos los Caballeros, tiene un carácter especial ya que es considerada la casa madre en España de la Orden. Seguidamente Don Pedro de Sancristóval y Múrua ha escrito un Ensayo sobre la Espiritualidad de la Orden a través de la Cruz. El Brazo de Damas ha querido también estar presente en esta publicación con un artículo dedicado a la Virgen.

El propio Presidente de la Sección de Aragón, Carlos Corbera, ha escrito otro artículo sobre los Caballeros y Damas aragoneses que a lo largo de la historia de la Orden han pertenecido a ella, así como los actos más destacados que se han llevado a cabo en Aragón. En este apartado podrán encontrar a personajes tan interesantes como por ejemplo el sobrino del mecenas, y gran amigo de Francisco de Goya, Martín Zapater; políticos de la talla de Manuel León Moncasi; diplomáticos como el Primer Marques de Amposta, cuyos descendientes nos acompañaban también en este día; religiosos como el que fuera canónigo investigador vaticanista Don Pedro Altabella o Don José María Lemiñana, que fue el verdadero impulsor de la renovación de la Catedral de Roda de Isábena, como ustedes saben. Junto a ellos encontrarán incluso personajes tales como un nieto del político aragonés Joaquín Costa, que fue también miembro del Consejo del Capítulo Noble de Aragón, Cataluña y Baleares.

La portada del libro y la ilustración de los textos son obra del Caballero Comendador Javier Sauras Viñuales, reconocido dibujante y escultor, que también nos acompañaba en el acto, y que ha querido ofrecer a la Orden este trabajo para el libro. La obra se completa con la publicación de un amplio reportaje fotográfico con todas las imágenes que se han podido localizar de los actos celebrados en Aragón.

La primera, y más antigua, de 1904, es la investidura del Primer Conde de Castellanos.

Ilustración de J.S. Viñuales

Este bloque de fotografías está dividido con arreglo a los presidentes que ha tenido, desde 1.966, la Sección de Aragón, que han sido cuatro. El primero Don Agustín Gabín, descendiente del último Justicia de Aragón; Don José María Royo Sinués, que le siguió, muy vinculado también a esta casa, incluso al patio que nos acogía, pues fue él quien se trasladó a París para pujar en la subasta donde se compró este patio; el tercer presidente fue Juan Antonio Cremades, y el cuarto quien nos hablaba, Carlos Corbera.

Finalmente se ha publicado en el libro el elenco de los Caballeros y Damas que forman parte de la Sección de Aragón, que desde el año 2006 no se había vuelto a publicar.

Ya en la recta final de su alocución, Carlos Corbera dijo lo siguiente:»Así, este libro supone para la Orden un nuevo reto de acercarnos a la historia. A la historia de nuestra ciudad y a la historia de Aragón y, desde la historia, cumplir también con un deber que tenemos encomendado en la Orden del Santo Sepulcro, que es el de la protección de los cristianos de Tierra Santa«.

«Los beneficios que se obtengan de la venta del libro irán destinados íntegramente a la Orden del Santo Sepulcro para los proyectos que lleva a cabo en Tierra Santa. Por lo tanto, sin alargarme más, quiero animarles a su lectura por estos dos motivos, primero por conocer más de cerca la historia de nuestra Orden en Aragón y por el sentido que también tiene el libro de ayuda y protección a nuestros hermanos en Tierra Santa«.

Monseñor Cicognani (1953). Colegiata de Calatayud

A continuación pasó la palabra al Lugarteniente de la Orden, Excmo. Sr. D. Enric Mas i López, que inició así su intervención: «Ha sido, la verdad, una sorpresa para mí encontrar esta maravilla aquí dentro del edificio moderno de Ibercaja. Creo que es un marco excepcional para presentar un libro como el que se ha elaborado por la Sección de Aragón de la Orden, porque mezcla o combina la cultura y la historia. La cultura expresada aquí en forma de arte y la cultura que siempre ha defendido la Orden del Santo Sepulcro, no solo en su vertiente artística sino en su vertiente educativa también«.

Explicó que la Orden patrocina y mantiene muchas escuelas en Tierra Santa, tanto para cristianos como para musulmanes, intentando inculcar valores cristianos para los cristianos, pero unos valores de convivencia para todas las personas. Por otro lado resaltó el elemento histórico, que evidentemente también es cultural, pero que en este caso creía que se había de remarcar más.

La Orden plantea este libro, este conjunto de estudios realizados por miembros de la Orden, o personas vinculadas y próximas a ella, con ocasión de la celebración del 900 aniversario de la Reconquista de Zaragoza por Alfonso I.

Continuó con las siguientes palabras: «Creo que es importante destacar, como ya se ha hecho, pero dándole un enfoque incluso más profundo, el comportamiento de Alfonso I, un rey preocupado en principio como tal por cuestiones mundanas, pues tenía que gobernar un Estado, un Reino, pequeño en aquel momento pero ya con todas sus complicaciones«.

Rey Alfonso I el Batallador

«A diferencia de lo que hicieron prácticamente todos los demás reyes, que es dejar su reino y sus posesiones a sus herederos, a sus familiares, los que tenían hijos a sus hijos y los que no los tenían a sus hermanos, sobrinos o al pariente que le correspondiera, decide en su testamento dejar todo lo que tiene a unas ordenes militares, el Temple, el Hospital, y el Santo Sepulcro, que tienen como función preservar la presencia cristiana en Tierra Santa. Es decir asume un componente espiritual que hace pasar por encima incluso de las preocupaciones materiales y por encima de las relaciones familiares, para preservar la presencia cristiana en Tierra Santa«.

«Evidentemente la decisión testamentaria del rey tuvo muchos avatares y, al final, no se llevó a cabo en sus estrictos términos. Sí que posibilitó lógicamente la implantación o el desarrollo ulterior de las órdenes de Tierra Santa en los territorios de la Corona de Aragón y revela esa preocupación de carácter espiritual«.

Explicó Enric Mas que esa misma preocupación es la que tiene la Orden del Santo Sepulcro pasados 900 años. Hoy esta Orden tiene por misión, un poco lo que motivó al rey a hacer su testamento, garantizar el mantenimiento de la fe cristiana. Esto lo hace la Orden con muy diversas actividades y una de ellas es esa vinculación con la cultura editando este libro que ahora se presentaba. La edición del libro vincula, tanto la finalidad de la Orden como la historia de esta ciudad y de todo Aragón, con la conmemoración de un hito esencial en la historia del Reino de Aragón como es la reconquista de la que iba a ser y sigue siendo capital de Aragón.

Como Lugarteniente de la Orden en España Oriental, que cubre los territorios de la Corona de Aragón y Navarra, que en aquel momento pertenecía también a Alfonso I, felicitó la iniciativa que había tenido la presidencia de la Sección de Aragón, y a todos sus miembros por el trabajo realizado y les animó a continuar en estas tareas. Igualmente expresó agradecimiento hacia la Fundación Ibercaja por haberles permitido presentar el libro en este incomparable marco y la puesta a disposición que les habían efectuado para otras finalidades u otras actividades que tengan en el futuro. Agradeció la asistencia de todos los presentes y señaló que la Orden está deseosa de obtener colaboraciones, bien sean personales, de ingreso en la Orden, o colaboraciones de otro tipo para cumplir con sus finalidades.

A continuación, sin abandonar el magnífico escenario del Patio de la Infanta, pasamos a visitar la exposición «PASIÓN POR ZARAGOZA. El reino de los sentidos«, de la que son comisarios Domingo Buesa Conde y Armando Serrano Martínez.

Domingo Buesa y Armando Serrano

Hemos de decir que esta exposición ha llevado año y medio de preparación y se ha concebido para que el visitante pueda sentirse como un personaje mas de las escenas.

Para ello se habían decorado suelos y paredes para asemejarse a cómo eran en las épocas que representan. Además ha contado con la colaboración de un químico especialista en perfumes, Darío Siresol, y con el especialista en paisajes sonoros, Agustín Serra, para recrear los sonidos y olores característicos de cada época.

Asimismo, en cada sala, se podían tocar texturas simbólicas de cada momento.

Así pues, nos dispusimos a recorrer la historia de nuestra ciudad a través de los sentidos y lo hicimos con un guía de excepción, Domingo Buesa quien, después de informarnos que esta exposición era la última de un ciclo de tres, nos dijo lo siguiente: «En la primera, que se llamó, Pasión por Aragón, recuperamos la actuación de los ilustrados aragoneses en el siglo XVIII en torno al Conde de Aranda y a Don Ramón de Pignatelli«.

«En la segunda, que se llamó Pasión por la libertad, recuperamos la dimensión universal de los aragoneses desde la iniciación de la arqueología en Pompeya y Herculano, con Alcubierre, hasta la importante presencia del Conde de Aranda en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, o en la Constitución americana. En esta tercera vamos a ver qué pasa en esta ciudad donde se han dado toda una serie de gentes que han contribuído a la construcción del Estado y del mundo«.

Escudo en tabla S. XVI

Iniciamos el recorrido de la exposición, que nos recibe con el escudo de la ciudad recogido en una hermosa tabla del siglo XVI, y avanzamos por un pasillo que recrea el mundo romano. Zaragoza es una colonia que se funda el 14 a.C., el día 23 de diciembre, que es el día del cumpleaños de Cesaraugusto, cuya estatua presidía el foro. A la izquierda pudimos ver la recreación del foro y a la derecha todos los propileos donde estaban las tiendas, donde se celebraban los actos públicos, donde se daban los discursos, y la vida de la ciudad.

Todo ello acompañado de la pieza que representa la creación de Caesaraugusta mediante el trazado de la línea sagrada de la muralla, con el arado de bronce.

Dejamos de pisar suelo marmóreo de época romana y caminamos luego sobre las típicas lajas de piedra del medievo. Al fondo del pasillo vimos un cuadro, cedido por la iglesia de San Gil, que representa a San Valero, Patrón de la ciudad y a su diácono, San Vicente. Como saben, San Valero no fue martirizado porque era tartamudo y el derecho romano lo prohibía sobre personas con defectos físicos, pero San Vicente, originario de Huesca, si lo fue.

Arado de bronce

Otra referencia tuvo Domingo Buesa hacia San Vicente al explicarnos cómo su túnica salvó a la ciudad del asalto de los reyes francos, el año 541, convirtiéndose en la reliquia más respetada de París, y San Vicente en su tercer Patrón. En ese tiempo hay en Zaragoza una serie de obispos que van a pasar a la historia como grandes figuras en el siglo VII. Uno de los más importantes es San Braulio de Zaragoza, el creador de la Escuela Episcopal de Zaragoza y que además es el hombre que controla los concilios de Toledo. Él crea una iglesia, muy pequeña, pegada a la Casa de la Caridad, de María de Nazaret, de cuando estuvo el año 40 en Zaragoza con el apóstol Santiago.

Esta capilla se había reconstruido en la exposición y además se exponía, por primera vez, el cancel visigótico de la Capilla del Pilar, de la primitiva iglesia de la Bienaventurada Virgen María.

También se recuperó una idea que ellos tenían en la liturgia visigoda, que era colocar el sitial del celebrante, fundamentalmente del obispo, delante de la ventana para que, de alguna manera, la luz que entraba por detrás impidiera verlo y lo rodeara de un halo extraordinario. Muestra aquí la exposición uno de los muebles más antiguos que se tienen en el territorio aragonés, el Trono de Roda de Isábena, de principios del siglo XI, que es una pieza excepcional. También de Roda de Isábena proceden otra serie de elementos muy notables, como la mitra de San Ramón y dos pequeños trozos de la mitra de San Valero, todas de tejido musulmán.

Recreación capilla María de Nazaret

En el año 714 la ciudad de Zaragoza cae definitivamente en manos musulmanas y, en un momento dado, en una época excepcional que es el año 1.018. En este año un gobernador de Zaragoza, Mundir I, se proclama Rey de Zaragoza y proclama la Taifa de Zaragoza, cuando ya el Califato se acaba de hundir y está absolutamente incapacitado para hacer frente a la rebelión generalizada en toda Al-andalus.

El reino taifa durará desde 1.018 a 1.118. Son 100 años justos en los que Zaragoza se convierte en un centro de pensamiento muy importante porque la intransigencia musulmana que hay en otros reinos de taifas no se da en Zaragoza y grandes pensadores como Averroes, Avicebrón, y otros, vienen a la ciudad  y están en el Palacio de la Aljafería y convierten a Zaragoza en el nexo para recuperar toda cultura clásica y pasarla a Europa. En este espacio vimos una magnífica recreación de la Saraqusta de 1.018, realizada por el GIA de la Universidad de Zaragoza, donde pudimos apreciar, el gran puente de Piedra; la muralla romana; el palacio Arzobispal; el templo del Pilar; los arrabales, La Zuda que era la zona militar de defensa de la ciudad; la catedral de San Salvador, que antiguamente era la Gran Mezquita de Zaragoza; la Torre Nueva, musulmana; y la torre de San Pablo, también musulmana, de principios del siglo XII, lugar de enterramiento de uno de los Emires o Reyes de Zaragoza.

La riqueza de la ciudad la pudimos admirar en la calidad de todos los objetos de cerámica, alabastro y vidrios expuestos. Zaragoza era una ciudad con una vida muy activa, de la cual se recuperó también para la exposición dos ejemplares del juego de mesa alquerque, precursor del juego de las damas, así como un devocionario musulmán del siglo XV que se conserva en el Palacio Arzobispal y que nos indica que, todavía en el siglo XV, hay una presencia musulmana más que notable en este territorio.

Imagen de la Virgen de San Gil

La siguiente sala que visitamos estaba dedicada a 1.118 y la conquista de Zaragoza, centrada en la figura de Gastón de Bearne que es el gran constructor de las torres de asalto que hicieron posible la conquista de Jerusalén. De ellas vimos una recreación y construcción a escala en la que se podían apreciar muchos detalles pues funcionaba perfectamente. El impresionante cuadro del Barranco de la Muerte, que procede de las colecciones reales de los Reyes de Aragón y que actualmente se guarda en la Diputación Provincial de Zaragoza, ocupaba una pared y el suelo de la estancia, en un curioso desdoblamiento de la imagen.

También contemplamos una imagen en madera policromada de la Virgen de San Gil, de finales del siglo XII; el Olifante de Gastón de Bearne, que es una pieza magnífica; la Concesión de todas las iglesias de Zaragoza al obispo de Jaca-Huesca, que procede del archivo de la Catedral de Jaca;

Imagen de San Valero, procedente de Roda de Isabena; el Fuero de Zaragoza, que es la segunda vez que sale del archivo principal, y el Fuero mozárabe de la ciudad, que es la primera vez que se exhibe y que se llama el Privilegio de los Veinte, porque Alfonso el Batallador, que no tiene tiempo para mucho más, decide que cuando haya conflictos entre las gentes de Zaragoza, se reúnan los veinte ciudadanos más prestigiosos y lo que decidan esos ciudadanos se dará por bueno; Y por último la Cruz de los Cruzados, que se conserva en Ejea de los Caballeros, que data de 1120-1130 y es un Lignum Crucis que se utilizaba en aquel momento en las batallas. En 1.218 el Rey Jaime I tiene 9 años y lo sacan, como pueden, del castillo de Monzón porque está prisionero allí de las órdenes militares y los nobles lo traen a Zaragoza porque entienden que es la ciudad donde se puede proteger. Llega en 1.218 y se encuentra con una ciudad fundamentalmente ganadera. Se calcula que tenía unas 400.000 cabezas de ganado en aquel entonces. Esto se produjo porque el Rey Alfonso I el Batallador había concedido un Fuero especial a Zaragoza que era muy sencillo de entender. Los ganados de Zaragoza podían pastar donde se quisiera siempre que salieran de la ciudad a la salida del sol y antes de que el sol se pusiera estuvieran dentro de la misma. Pastaban donde querían, no como los de fuera que podían pastar en los montes comunales porque los derechos señoriales no se desquitaban. Esto llevó a que la mayoría de ganaderos se vinieran a Zaragoza, que se convirtió en una ciudad ganadera de gran importancia.

Justiciazgo de Ganaderos

Los nobles, para proteger al rey, lo que hacen es pactar con la Casa de Ganaderos un Justicia propio, y el rey cuando tenía 9 años concede, en un pergamino que pudimos ver en la exposición, a la Casa de Ganaderos, el derecho sobre la vida y la muerte de aquellas personas que atenten a ovejas y pastores. Su importancia y autonomía es tal que el justicia de Casa de Ganaderos tiene horca propia, situada en el camino de San Gregorio.

Otra pieza muy notable que pudimos admirar es una imagen procedente del convento de Santa Catalina, fundado por Hermenesenda de Cellas, tia de la segunda mujer de Jaime I. El rey que le tiene gran aprecio, le regala la Virgen de la Aljafería, que preside todas las vigilias antes de la coronación. Está documentado que cuando hay coronaciones las monjas llevan esta imagen a la Aljafería y cuando acaba la coronación la devuelven otra vez a su sitio, con lo cual es una pieza de enorme importancia histórica para nuestro reino.

Otra pieza importante es el único estandarte, la única bandera que nos queda de un rey de Aragón. Es la bandera de Jaime I, de la conquista de Valencia, que se conserva en Daroca porque Jaime I la regaló a dicha ciudad.

Pasamos a la siguiente sala, dedicada a la creación del Arzobispado de Zaragoza, que es una creación política. Hay que ordenar la Corona de Aragón, que es muy grande y se ordena en dos zonas; una España exterior, de ámbito mediterráneo, que quedará en manos de la diócesis de Tarragona, y una España interior que quedará en manos de la archidiócesis de Zaragoza, que se crea el 18 de julio de 1.318.

Santa Orosia

Inmediatamente después de crearse el Arzobispado de Zaragoza, la Lugartenencia General del Reino va a caer en el arzobispo de Zaragoza y esta es la razón por la que, durante muchos siglos, todos los miembros que ocupan el Arzobispado de Zaragoza son de la Casa Real, hasta Don Hernando de Aragón. Son todos familia del rey y los sucesores de Don Hernando serán los virreyes de Aragón hasta bien avanzado el siglo XVIII, hasta tiempos de Carlos III.

Aquí pudimos ver el cáliz del primer arzobispo de Zaragoza López Fernandez de Luna, y un cáliz muy significativo para nuestra historia, que es el cáliz del Compromiso de Caspe, con el que se hace la misa estacional de la proclamación de Fernando I de Antequera, en 1.412, en la ciudad de Caspe. La Corona de Aragón es en ese momento muy grande y en la exposición, como muestra más clara para generalizar esa imagen, se mostraba un panel con los bustos de todos los santos y santas que ejercían el patronazgo de las diócesis de la archidiócesis de Zaragoza: Santa Úrsula, que viene del Monasterio de Valvanera; la diócesis de Jaca está representada por Santa Orosia, que se conserva en el Santuario de Yebra de Basa; San Atilano que es el patrono de Tarazona; Santa Engracia, que es una pieza que se acaba de recuperar; San Lorenzo, en Huesca; San Ramón del Monte, en Barbastro-Monzón, obispo de Roda; Santa Emerenciana, que es una obra excepcional que completa esta tabla de bustos devocionales.

Relicario

Este arzobispado se caracteriza por dos grandes milagros. El primero es el de los Corporales, de Daroca. Vimos el relicario original ordenado a Pedro IV que la convierte en ciudad en el año 1.340, y un tablero de los Corporales, que pagan los Reyes Católicos, que se hace en 1480-1490, cuando ellos están vivos y posan para el mismo, con lo cual vimos sus imágenes reales.

El otro milagro de la diócesis es el milagro de Calanda, del cual se mostraba el protocolo del notario de Mazaleón. Miguel Juan Pellicer Blasco es conocido por el milagro de Calanda según el cual la Virgen del Pilar le habría restaurado o hecho crecer una nueva pierna que le había sido amputada tras un accidente.

Cuando ocurre el milagro de Calanda en 1640, el rey Felipe IV ordenó hacer un protocolo haciendo las investigaciones pertinentes, hablando con cada uno de los protagonistas. Posteriormente llamaría a José Pellicer para besarle la pierna. En la exposición, el protocolo estaba abierto en la página en la que se interroga al médico de Zaragoza que le cortó la pierna, y en la página siguiente figuran las declaraciones del mozo de sala que enterró la pierna, luego desaparecida. Es un documento que pone los pelos de punta y, permítanme el atrevimiento de irrumpir brevemente, dada la casualidad, en el relato de esta historia para reseñar que quien suscribe el presente reportaje es natural de Calanda.

Protocolo de 1.640

Entramos luego en el mundo del Renacimiento, pisando el suelo adoquinado que surge en el centro de Italia y se extiende al resto del mundo, con dos acontecimientos muy importantes.

El primero, la última coronación en la Seo. Viene el Rey Carlos I a coronarse en la Seo y el Reino de Aragón se niega a coronarlo porque el Reino de Aragón y la Corona de Aragón no reconocieron nunca a Carlos I sino a su madre, la Reina Juana de Aragón, que es la considerada oficialmente como reina.

Precisamente de la Reina Juana de Aragón vimos una pieza excepcional y rarísima, que son los Cien Ducados, que emiten las Cortes de Aragón para dejar esto claro, por si no se había enterado su hijo todavía.

Paño gremial del Arzobispo Hernando de Aragón

Otras piezas de interés son: el Paño Gremial con borlas, del Arzobispo Don Hernando de Aragón. El Paño Gremial es el que precedía a los miembros de la Casa Real cuando iban por la calle; los estatutos originales que hacen referencia a la fundación de la Universidad de Zaragoza; una Tesis Doctoral, de Joaquín de Marquillera y Ugarte, de cuando las tesis doctorales valían algo y se daban los Títulos en seda y con borlas. Como última referencia de este mundo barroco a las figuras devocionales de la ciudad vimos: una reproducción de la imagen del Ángel Custodio, que estaba en la Puerta del Ángel, que protegía la entrada y salida de la ciudad, frente al puente de Piedra; Imagen de Santa Isabel de Portugal, encontrada hace año y medio en una buhardilla, que está en la capilla de los arzobispos, de Juslibol, y que es una pieza excepcional; bendición, en 1718, del templo del Pilar; tercera devoción zaragozana (el Ángel Custodio, Santa Isabel y Santo Dominguito de Val), que está muy vinculada a la iglesia de San Gil; recreación de la Santa Capilla, que hace Ventura Rodríguez, con una imagen de 1.818 que es la que le regala el Cabildo a un noble zaragozano por haber protegido en su casa el archivo del Pilar y de la Seo durante toda la Guerra de la Independencia.

Procedente de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza pudimo admirar una alegoría de la Virgen del Pilar, San Valero o San Braulio, (según unos u otros), y Santiago, con un gran valor artístico en la cornucopia que enmarca la tela.

Alegoría de Zaragoza (E. Laborda)

Por último, cerramos el itinerario con una alegoría de Zaragoza, que recuerda la gran asamblea multiparista que se había hecho en 1918, en la que Don Juan Moneva y Pujol, catedrático y rector de nuestra universidad, dijo que Aragón tenía que recuperar el espacio social y político del Valle del Ebro como elemento vertebrador del territorio. Esta alegoría es una pieza magnífica, del único artista vivo de la exposición, Eduardo Laborda, y es una variante de la imagen que preside el monumento a los Mártires de la Religión y de la Patria, en la Plaza de España.

Después de finalizar nuestra visita a la magnífica exposición «PASIÓN POR ZARAGOZA. El reino de los Sentidos«, nos desplazamos a la iglesia de San Gil, verdadera fortaleza medieval ubicada en el centro de Zaragoza, para asistir a la Santa Misa, oficiada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Eusebio Hernández Sola, OAR, Obispo de Tarazona y Prior de la Sección de Aragón.

Asistieron los siguientes sacerdotes: Ilmo. Rvdo. D. Mario Gállego Bercero, Párroco de San Gil Abad de Zaragoza, Caballero Eclesiástico de la Orden del Santo Sepulcro y Capellán de la Sección de Aragón; Ilmo. Rvdo. Don Miguel González Soriano, Caballero Comendador Eclesiástico y Prior emérito de la Real Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud. Muy Ilmo. Sr. D. Ignacio Ruiz Hernández, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Zaragoza.

Asistieron igualmente los siguientes miembros del Consejo de la Lugartenencia: Ilmo. Sr. D. Enrique Salvia Alonso y el Ilmo. Sr. D. José María Parcerisa i Morta; la Ilma. Sra. Dª María Mercé Martorell Comas, Delegada Local en Tarragona de la Orden, junto con los Caballeros de esa Delegación, Ilmos. Srs. D. Antón-Lluis Rull, Carles Cortina y Carles Guinovar.

Celebración de la Santa Misa

El presidente de la Sección de Aragón, Carlos Corbera dio lectura de la Primera Carta del apóstol Santiago: «Hijos míos es la última hora, habéis oído que iba a venir el anticristo«.

«Pues bien muchos anticristos han aparecido por lo cual no nos damos cuenta de que es la última hora. Salieron de entre nosotros pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros habrían permanecido con nosotros, pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a  vosotros, estáis ungidos por el santo y todos vosotros lo conoceréis. Os he escrito no porque desconozcáis la verdad sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad«.

Se dio lectura de la proclamación del Santo Evangelio según San Juan: «En el principio existía el Verbo y el verbo estaba junto a Dios, y el verbo era Dios. Él estaba en un principio junto a Dios, por medio de Él se hizo todo y sin Él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres«·

«La luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no lo recibió. Surgió un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan. Este venía como testigo para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El verbo era la luz verdadera que alumbra todo hombre viniendo al mundo«.

En la homilía, el Prior de la Sección de Aragón nos recordó que estábamos reunidos en torno al altar por nuestra Madre la Señora Reina de Palestina y que fue el Patriarca Luigi Barlassina quien la invocó por primera vez con el título de Reina de Palestina, una devoción ininterrumpida que un año más nos convocaba en esta eucaristía. El vínculo particular de nuestra Señora Reina de Palestina con la Orden de Caballería del Santo Sepulcro se remonta al pontificado de San Juan Pablo II. En 1983, cincuenta años después de la institución de la fiesta, San Juan Pablo II, dirigiéndose a los Caballeros y Damas de las Lugartenencias de Italia Septentrional y Central, les exhortó a ser testigos de Cristo en la vida diaria, a continuar la obra de la Orden en Tierra Santa bajo la protección y el patrocinio de Nuestra Señora la Virgen de Palestina.

Continuó el Prior con las siguientes palabras: «Diez años después, en 1993, el Gran Maestre de la Orden, el Cardenal Giuseppe Caprio pidió a San Juan Pablo II la elección de Nuestra Señora Reina de Palestina como la Patrona de la Orden.

Por lo tanto estamos celebrando la advocación de la Virgen, que tiene como destinatario nuestra Orden del Santo Sepulcro. Celebrar esta fiesta es para todos nosotros una excelente ocasión para hacer una parada en la contemplación de Nuestra Madre la Virgen María, mujer y niña humilde de Nazaret y que, al anuncio del ángel, se compromete sin dudar en el proyecto divino de la salvación cuando dice he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. Pero enseguida, no obstante este saludo en que se podía haber encontrado llena de satisfacción, se puso en marcha camino de Galilea, Samaria y Judea para ir al encuentro de su prima, Santa Isabel, que ya en edad avanzada esperaba un hijo«.

«Estamos seguros pues de que, como sierva del Señor, la Virgen fiel madre de misericordia fija su mirada particularmente atenta en nosotros, queridos Damas y Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, que hemos recibido la misión de contribuir a mantener viva en esas tierras de Palestina la memoria histórica y la presencia de Jesús«.

«María nos invita, hoy especialmente, a seguir su ejemplo, a crecer en comprensión de nuestra identidad de cristianos y de nuestra misión específica como Damas y Caballeros, en relación con la Tierra Santa y en general con toda la región que es teatro de la historia de salvación realizada por Cristo y actualizada hoy por la misión de la iglesia«.

Oración del Caballero y la Dama del Sepulcro

María brilla hoy en nuestro camino como modelo de fidelidad a la palabra de Dios y consideración maternal para aquellos que están necesitados. María nos invita hoy a ser agentes de paz en una región atormentada por la violencia como es el Oriente Medio.

«Queridos hermanos, acabáis de tener en Roma la consulta, que se celebra cada cinco años, para reflexionar sobre la identidad y misión de la Orden. El Papa Francisco nos ha invitado especialmente a orar y a invocar a la Virgen Nuestra Señora de Palestina para que el Señor dé fortaleza y consuelo en el dolor a todos los cristianos perseguidos, especialmente en aquella región. También recordó que no somos una entidad filantrópica comprometida en la promoción del mejoramiento material o social de los destinatarios, sino que estamos llamados a poner en el centro y como objetivo final de nuestras obras el amor evangélico al prójimo para testimoniar la bondad y la atención con que Dios nos ama«.

Ilmo. Rvdo. D. Miguel González Soriano Caballero Comendador Eclesiástico

Continuando con la eucaristía hizo encomienda, muy especialmente, del Excmo. y Rvdmo. Monseñor Elías Yanes Álvarez, Arzobispo emérito de Zaragoza y Gran Prior emérito de la Lugartenencia de España Oriental de la Orden del Santo Sepulcro, asimismo al Ilmo. Sr. Francisco Bernad Alfaro, Caballero de esta Sección, rogando para que el Señor los haya acogido en su reino. El Lugarteniente de la Orden, Enric Mas i López, rezó la oración del Caballero y de la Dama de la Orden del Santo Sepulcro y, al finalizar la ceremonia religiosa se hizo entrega de las promociones de grado en la Orden: al Ilmo. Sr. D. José María Turmo Molinos; al Ilmo. Rvdo. D. Miguel González Soriano, y a la Ilma. Sra. Dª. María Pilar Lacambra y Navarro. Y la Palma de Oro de Jerusalén al Ilmo. Rvdo.D. Wifredo Rincón García. Participaron en los actos los Caballeros y Damas de la Sección: Excmo. Sr. D. Juan Gualberto de Balanzó y de Solá, Caballero Gran Cruz de la Orden, Canciller de Honor y Decano de la Sección de Aragón y su esposa la Excma. Sra. Dª Carmen Laín de Esponera, Dama Gran Cruz de la Orden; Excmo. Sr. D. Juan Antonio Cremades Sanz-Pastor, Caballero Gran Cruz; Ilmo. Sr. D. Javier Sauras Viñuales; Ilmo. Sr. D. Pedro Antonio Royo Gabas; Ilmo. Sr. D. Carlos Sauras Herrera; Ilmo. Sr. D. José Luis Carnicer Guiu; Ilmo. Sr. D. Luis Miguel Tobajas Asensio; Ilma. Sra. Dª. María Angeles Vegas Blasco; Ilma. Sra. Dª. María Teresa Villarreal Nogués.

Posteriormente nos trasladamos al céntrico restaurante Pascualillo, ubicado en el casco histórico de nuestra Inmortal Ciudad de Zaragoza, donde la entidad anfitriona había organizado para finalizar los actos de celebración en honor de la Virgen de Palestina, una comida de hermandad, a la que asistieron, entre otras, las siguientes personalidades: Excma. Sra. Dª. Pilar de Yarza Monpeón; Excmo. Sr. D. Manuel Gómez de Valenzuela, Embajador de España; D. José María Moncasi de Alvear; D. José Luis Lana Armisen; D. Manuel Monreal Casamayor.

En el transcurso del acto social tomó la palabra el Presidente de la Sección de Aragón, quien tuvo palabras de agradecimiento hacia cuantas personas e instituciones habían contribuido a la organización de los actos.

Carlos E. De Corbera y Tobeña

Seguidamente hizo entrega de un recuerdo especial, por cumplir cincuenta años de sacerdocio, al Prior de la Sección de Aragón de la Orden, quien dijo lo siguiente: «Creo que uno de los sentimientos más nobles en las personas es decir gracias, y en este caso concreto gracias a Dios por haberme permitido mi consagración y mi ordenación sacerdotal. El que después de 35 años en Roma haya podido gozar ahora de mi servicio pastoral en Aragón y el que la Basílica del Santo Sepulcro esté en Calatayud es otra gracia que Dios me ha otorgado».

Cerró la sesión el Lugarteniente de la España Oriental de la Orden quien hizo un agradecimiento, una felicitación y una exhortación. Agradecimiento hacia quienes habían colaborado y a todos los asistentes a los actos; felicitación a la Sección de Aragón por todas las iniciativas que llevan a cabo; la exhortación, un recuerdo al aspecto espiritual de la Orden. En línea con la alocución que realizó el Santo Padre a los integrantes de la consulta, dijo lo siguiente: «La esencia de la
Orden no es ser una organización filantrópica, no es ser una organización de prestigio social, sino una organización de la iglesia, una organización religiosa que tiene como finalidad primera la de perfeccionar la vida cristiana de sus miembros. Sé que todos lo tenéis presente pero, igual que el Santo Padre, cada cinco años, cuando nos reúne a los Lugartenientes, nos lo recuerda, creo que también es bueno que yo en este momento os recuerde este mensaje«.

Finalmente, puestos en pie, todos le acompañamos en el siguiente brindis: ¡Por la Orden! ¡Por España! ¡Por el Rey! ¡ Por Aragón! ¡Por el Santo Padre!

Desde estas sencillas líneas, los Reales Tercios de España queremos felicitar a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, en la persona del Presidente de la Sección de Aragón, por la organización de los actos, que revistieron gran brillantez y solemnidad, y le agradecemos su invitación a los mismos para disfrutar junto a la Orden de una jornada inolvidable, cargada de historia, cultura, tradición, y religiosidad.

Santoral

La Santa de hoy es
Nuestra Jessica

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