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LA ORDEN ECUESTRE DEL SANTO SEPULCRO DE JERUSALÉN CELEBRA EN ZARAGOZA UNA EUCARISTÍA EN HONOR DE LA VIRGEN DE PALESTINA

El pasado día 18 de diciembre de 2020, la Sección de Aragón de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén celebró, como es tradición cada año por estas fechas, una eucaristía en honor de la Virgen de Palestina.

El solemne acto tuvo lugar en la iglesia de San Gil Abad de Zaragoza, dando comienzo a las 12.30 horas con limitado número de asistentes en esta ocasión debido a las circunstancias actuales motivadas por el Covid-19.

Presidió la eucaristía el Excmo. y Rvdmo. D. Eusebio Hernández Sola, Obispo de Tarazona y Prior de la Sección de Aragón. Concelebraron los Rvdos. D. Mario Gallego Bercero, párroco de San Gil Abad y caballero eclesiástico de la Orden del Santo Sepulcro y D. José Antonio García Calvo, responsable de comunicaciones de la Diócesis de Zaragoza.

Desde Barcelona se desplazó el Excmo. Sr. D. Juan Carlos de Balle y Comas, Lugarteniente del Capítulo Noble de Aragón, Cataluña y Baleares, Lugartenencia de España Oriental y el Ilmo, Sr. D. José María Parcerisa y Morta, Maestro de Ceremonias de la Lugartenencia y miembro del Consejo de la Lugartenencia.

De la Sección de Aragón asistieron, encabezados por su Presidente el Ilmo. Sr. D. Carlos de Corbera y Tobeña, los Caballeros Ilmos. Srs. D. Wifredo Rincón García, José María Turmo Molinos, D. Carlos Sauras Herrera, D. Ramón Pérez Lucena, y D. Luis Miguel Tobajas Asensio, y las Damas Ilmas. Dª María Angeles Vegas Blasco, Dª Anabel Lasheras Meavilla y Dª María Teresa Villarreal Nogues.

Imagen de la Virgen de Palestina

Don Carlos de Corbera y Tobeña realizó la primera lectura, del libro de Jeremías, y del salmo responsorial : Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que daré a David un vástago legítimo: Reinará como monarca prudente con justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y le pondrán este nombre: “El Señor nuestra justicia”.

Así que llegan días-oráculo del Señor-en que ya no se dirá. “Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto”, sino: “Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra”.

Salmo, R: “En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente”.

El R.V. José Antonio García Calvo dio lectura del santo Evangelio según San Lucas: En el mes sexto el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y el ángel, entrando en su presencia, dijo: Alegrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Ella se turbó grandemente ante esas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas María porque has encontrado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

Presidente de la Sección de Aragón

Este será grande y se llamará Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de su padre, David; Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel ha concebido un hijo en su vejez y ya está de seis meses la que llamaban estéril porque para Dios nada hay imposible. María contestó: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

Y el ángel se retiró.
Les ofrecemos ahora, queridos lectores que nos siguen, un amplio resumen de la preciosa homilía pronunciada por el Excmo. y Rvdmo. D. Eusebio Hernández Sola : Un año más nos reunimos y nos sentimos convocados en torno al altar por Nuestra Señora, Nuestra Madre de Palestina. Hace ya cien años que el patriarca Luigi Barlassina invocó por primera vez a la virgen con el título de Virgen de Palestina, un título que se va extendiendo más allá de Palestina, se extiende a la iglesia, se extiende a nuestra Orden y al mundo entero. Una devoción ininterrumpida que hoy nos vuelve a reunir.

Estamos pues celebrando, queridos hermanos, el centenario de la invocación a Nuestra Madre María como Reina de Palestina. No hay tiempo más bonito y propicio para celebrar la Virgen que este tiempo de Adviento. María es ya una gran protagonista del Adviento. Ella es la que nos va a preparar a la Navidad, es el modelo ideal que nos puede servir para guía, para esperanza, como se merece la venida de Jesús.

Sin duda, para todos, está siendo especialmente un año difícil. Después del tiempo de confinamiento y de esta segunda oleada seguimos viviendo una situación de mucho dolor y sufrimiento para las familias que lo están viviendo o lo han vivido, tantas personas que oímos cotidianamente que fallecen de manera un tanto, diríamos, triste, solas. Pero esta crisis del Covid19, queridos hermanos y hermanas, nos debe animar a mirar nuestra vida y a redescubrir dónde está lo verdaderamente importante, qué es lo que permanece, aquello que es pasajero y lo que es importante. Hoy, fiesta de la Virgen de Palestina, tenemos la oportunidad de fijarnos en María y descubrir lo que daba sentido a su vida. Por eso no nos resulta difícil señalar algunas de las virtudes de María como hemos escuchado ahora en el evangelio. Cuando recibe el anuncio del ángel de que va a ser la madre de Jesús sabe que está disponible, en una actitud de apertura a Dios, sabe aceptar los planes de Dios sobre ella, no se hecha atrás, es una mujer con una fuerza impresionante, fuerte, significativa, lo suficientemente fuerte como para aceptar lo que Dios quiere de su vida. Que importante, queridos hermanos, es mirar con los ojos de la fe los acontecimientos de la vida, lo que sucede en nuestro entorno. Que importante es para el creyente saber descubrir a Dios a través de la palabra de Dios.

Pero también a través de los acontecimientos de la vida. ¿Qué lectura, qué vivencia hacemos de esta vivencia?. Es una pregunta que seguramente tantos nos hacemos, porque no podemos caminar como si nada hubiese pasado. Se nos abre un futuro incierto, si, más pobreza, menos trabajo, menos libertades, más miedos.

Es urgente, queridos hermanos, revisar nuestras obligaciones, comunitarias, familiares, donde la persona sea el centro, donde la solidaridad y la colaboración, la creatividad y el apoyo sean los pilares de nuestra convivencia, de nuestra fraternidad. El virus nos ha hecho que no podamos vivir solos, no podemos nada individualmente, tenemos que unirnos para afrontar tantas situaciones que la vida nos va presentando.

R.V. José Antonio García Calvo

Hagamos de este momento una oportunidad para fortalecer el sentido de la misericordia, de la solidaridad, de la fraternidad.

El camino del Adviento solo se puede hacer desde la fe, si yo sé reconocer en ese niño del portal al Hijo de Dios, si yo sé reconocer en él al salvador del mundo, y en ese niño también tenemos que ver a tantas personas vulnerables de nuestra sociedad. El otro día recibía una felicitación de una persona significativa y como resumen, diríamos, de la Navidad me traía una frase de Unamuno, como si Unamuno fuese el padre de la Navidad, sin ninguna referencia, son aquellas personas que muchas veces se confiesan como católicos.

María sabe asumir las decisiones o las consecuencias que se derivan de su decisión a la hora de abrirse al si de Dios. Aunque sabe que su decisión no le va a traer ni fama, ni dinero ni honores, sabe ser fiel a la palabra dada, aceptada por ella con todas las consecuencias.

Sí, queridos hermanos, la aceptación de nuestros compromisos, como personas bautizadas, son también un buen ingrediente para vivir el Adviento, yo diría que es fundamental porque normalmente las acciones de más valor son aquellas que llevan el más grande compromiso, de esfuerzo y de sacrificio, y esto es importante.

Hoy mismo, en estos días, estamos viviendo, yo diría, una tragedia grande en nuestra patria, la aprobación de la eutanasia, triste, preocupante. ¿Qué hacemos nosotros ante esta situación?, ante esta ley que da opción a matar con tanta facilidad la vida, que es un don, una gratuidad que Dios nos ha concedido, ¿Dónde está nuestra fidelidad a nuestros compromisos como cristianos?, es una pregunta que yo me hago a mí mismo.

Es una preocupación también para mi porque, tal vez, los obispos no hacemos o no hemos hecho lo suficiente como para defender un valor imborrable, inimaginable como es la vida, el mayor don que hemos recibido.

Sin duda este tiempo de la pandemia también nos ha traído testimonios maravillosos, preciosos, de amor, compromiso, de solidaridad, que nos estimulan a seguir creyendo en un mundo más fraterno y solidario, que es posible si todos hacemos algo para crear.

Obispo de Tarazona y Prior de la Sección de Aragón

Fe profunda, fuerza, fidelidad y constancia en lo que creemos, perseverancia en nuestros compromisos. Son tres buenas lecciones marianas que nos ofrece hoy nuestra querida Madre la Virgen de Palestina. De la mano de María miramos hoy a nuestro mundo, la realidad que tenemos cerca y la que está más lejos. Lloramos por tantas personas necesitadas, traemos ante su corazón de madre, seguros y confiados porque sabemos que nos escucha, personas cercanas y de todo el mundo, y en particular las situaciones también dramáticas que vive nuestra querida tierra de Palestina, y las ponemos en sus entrañas misericordiosas de madre, en el corazón de madre cabe todo, especialmente en los momentos difíciles.

Que la Virgen de Palestina sea para todos vosotros, pero especialmente para toda la Orden del Santo Sepulcro, Damas y Caballeros, estrella que guie y con seguridad nuestros pasos al encuentro de Jesús que ya llega a nuestras puertas.

Siguiendo con el desarrollo de la eucaristía, se presentaron las preces, las súplicas por las necesidades de la iglesia y del mundo, y también de nuestra querida Orden del Santo Sepulcro. En las rogativas se pidió también por el eterno descanso de Dñª. Mª Pilar Lacambra Navarro. El R.V. Don Mario Gallego Bercero, párroco de San Gil Abad, dio la comunión a los asistentes, que permanecieron en su sitio puestos en pie.

A continuación, el Exmo. Sr. D. Juan Carlos de Balle y Comas, Lugarteniente del Capítulo Noble de Aragón, Cataluña y Baleares, Lugartenencia de España Oriental, rezó, y con él todos nosotros, la Oración del Caballero y la Dama del Santo Sepulcro, que reproducimos aquí:

Señor, por tus cinco llagas que llevamos en nuestra insignia te pedimos: Danos fuerza de amar a todos los hombres del mundo que Tu Padre ha creado, y sobre todo a nuestros enemigos.

Libra nuestra mente y nuestro corazón del pecado, de la parcialidad, del egoísmo y de la vileza para ser dignos de Tu sacrificio.

Haz descender sobre nosotros, Caballeros y Damas del Santo Sepulcro, Tu Espíritu, para que nos haga convencidos y sinceros embajadores de paz y de amor entre nuestros hermanos y, particularmente, entre los que piensan que no creen en Ti.

Danos la Fe para afrontar todos los dolores de la vida cotidiana y para merecer un día estar humildemente, pero sin temor, en Tu presencia. Amén.

El Presidente de la Sección de Aragón, Ilmo. Sr. D. Carlos de Corbera y Tobeña subió al ambón para decir lo siguiente: En primer lugar yo quería hacer unos agradecimientos y, cómo no, el principal para nuestro Obispo, Don Eusebio, que una vez más ha querido acompañarnos y ha presidido esta eucaristía, y no tiene nunca un no para la Orden; también a Don Mario, nuestro capellán, que tiene siempre abiertas las puertas a la Orden, de San Gil Abad.

Lugarteniente del Capítulo Noble de Aragón, Cataluña y Baleares

Y aprovecho para felicitarle porque hoy conmemora el 57º aniversario de su ordenación sacerdotal, así es que en el nombre de todos lo felicitamos; también a Don José Antonio García Calvo, que ha querido unirse a la celebración de este día, y que ha dado eco de ella a los medios en general. Gracias también al Excmo. Lugarteniente, Don Juan Carlos de Balle, que se ha desplazado expresamente desde Barcelona para estar presente aquí y que siempre nos apoya en cualquier iniciativa y proyecto que surge en esta Sección; al Ilmo. Sr. D. José María Parcerisa, del Consejo General de la Lugartenencia, que también nos acompaña un año más, y cómo no a todos los Caballeros y Damas que formamos esta Sección de Aragón y que habéis hecho el esfuerzo de estar hoy aquí a pesar de la situación que nos toca vivir. Gracias también a los familiares y amigos de la Orden a la que no habéis querido dejar sola y también nos acompañáis.

Como sabéis, todos los años tras el almuerzo de hermandad que teníamos al finalizar la eucaristía y que este año, por razones obvias, no podrá ser, hacíamos balance del año, veíamos los proyectos que habíamos hecho y compartíamos con ilusión lo que había para hacer el año próximo. Como este año no podrá ser, no quiero dejar de hacerlo y, estando en presencia de la Virgen, vamos a poner todos ellos en sus manos para que podamos afrontar y mejorar la situación en la que estamos. Así es que a Vos Señora, os digo: Virgen nuestra, Reina de Palestina, un año más venimos aquí, esta Tu Sección de Aragón de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, quizás no como otros años, vistiendo nuestras capas y portando nuestras insignias, pero si con el mismo fervor y el mismo amor hacia a Ti que siempre.

Por eso no hemos querido, en esta ocasión difícil que estamos viviendo, dejar de venir y poner ante tus pies todas nuestras alegrías y nuestros proyectos, y también nuestras tristezas y nuestras preocupaciones. Te pedimos que extiendas tu mano sobre el Santo Sepulcro, sobre Tierra Santa y sobre cada uno de nosotros, tus hijos, para que con tu fuerza podamos superar todas las dificultades que estamos viviendo.

Acordaos, oh Virgen María, Reina de Palestina, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando tu auxilio, hayan sido desamparados.
Animados por esta confianza queremos pedirte en este día que sigas modelándonos a tu imagen y que nos des fuerza para seguir siendo anunciadores de la buena noticia y proclamar que tu hijo ha vencido a la muerte con su muerte en la cruz y que da vida a aquellos que creen en el. Contigo estamos llamados a ser testigos de la resurrección del que ya anuncia su reino. Te pedimos también especialmente por nuestros hermanos, Caballeros y Damas de esta Sección, que este año por los motivos que tu ya bien sabes, no han podido estar presentes en esta celebración, como habría sido su deseo, pero que se han unido espiritualmente a esta eucaristía en tu honor.

Protégeles y ampárales en todo momento.

Y a nuestra Hermana María Pilar, que nos ha dejado recientemente tras una larga vida participando en la Orden y preocupada por sus necesidades, ábrele las puertas de la Jerusalén celestial. Nuestro adiós es tan solo un hasta ahora pues vas siempre en el corazón de todos los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. En su nombre dejo la promesa de volver nuevamente el próximo año para rendir en tus brazos, esos que sostienen la Ciudad Santa de Jerusalén, los frutos de la Orden, que no son otros que nuestra ayuda a Tierra Santa. Gracias María por estar siempre al lado de la Orden, gracias por tu amor maternal María, Madre, Reina de Palestina, ruega por nosotros.

De nuevo subió al ambón el Lugarteniente de la España Oriental y dijo lo siguiente: Quiero en estos momentos compartir con vosotros algunos pensamientos, que no van a ser el balance completo del año, el balance lo haremos cuando hagamos el Capítulo normal, pero sí algunos temas que quiero compartir. Este ha sido un año, yo lo definía el otro día en una carta que le enviaba al Gobernador General, como un año difícil y extraño. Pensad que ha sido mi primer año.

Con la Virgen de Palestina, Ilmo. Sr. D. Carlos de Corbera y Tobeña Excmo. Sr. D. Juan Carlos de Balle y Comas Excmo. y Rvdmo. Don Eusebio Hernández Sola

 completo como Lugarteniente. Yo entré el 30 de junio del 19, y ya en el mes de marzo tuve que anular el Capítulo que teníamos pensado hacer en Barcelona, luego anulamos el Capítulo conjunto en Calatayud anulamos también un Cruzamiento, tuvimos que sufrir durante varios meses el rigor del confinamiento, que incluso nos impidió hacer celebraciones religiosas, que afortunadamente luego hemos podido recuperar. Lo que sí me hizo sufrir mucho ha sido que no podíamos hacer actos de recaudación y yo pensaba que íbamos a fallar con nuestra aportación a Tierra Santa, que no seríamos capaces de enviar el dinero que habíamos prometido al Gran Magisterio, que recaudaríamos para Tierra Santa, y esto realmente me hacía sufrir. Pues bien, conseguimos hacer actos telemáticos y otras actividades y os tengo que participar que realmente hemos alcanzado el objetivo de recaudación y os quiero agradecer a todos la gran solidaridad que toda la Lugartenencia ha demostrado con Tierra Santa. Este agradecimiento os quiero trasladarlo también por parte de el Patriarca Latino de Jerusalén. El viernes pasado tuvimos reunión de Lugartenencias Europeas, reunión telemática, y en ella estaba también presente el Director Ejecutivo del Patriarcado Latino, y el nos dio su agradecimiento por la ayuda, a nivel mundial, de todos los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro, que hemos sido capaces de enviar. Y nos decía algo que a ellos les había impactado mucho, dice: “En los momentos más duros de la pandemia, cuando sabíamos que todos los países del mundo estaban en confinamiento, sufriendo mucho, vimos cómo todavía la Orden era capaz de hacer un esfuerzo y enviar ayuda extra a Tierra Santa”. Realmente esto les impactó mucho.

Foto de familia en el Altar Mayor

Otro sentimiento que quiero compartir con vosotros es las palabras de felicitación que nos ha enviado nuestro Gobernador General , el Conde Visconti Di Modrone, el miércoles pasado, y él muy certeramente hacía un balance de lo que ha sido el año, que quiero compartir con vosotros, dice: “El año que está terminando ha sido difícil, pero la Orden ha mantenido su fuerza y su generosidad”. Y nos pide que oremos por el éxito de nuestra misión en el 2021 en beneficio de Tierra Santa. Finalmente quiero compartir con vosotros el mensaje que nos ha enviado nuestro Gran Maestre, el Cardenal Fernando Filoni. Es un mensaje que nos ha enviado tras el envío, por parte de nuestra Lugartenencia, de nuestra aportación al fondo extraordinario, humanitario, para ayudar a Tierra Santa. Su mensaje me ha gustado mucho y además me ha pedido que os lo transmita y por eso os lo voy a leer, dice: “Más allá del agradecimiento general que ya expresé por la generosa participación de los miembros de nuestra Orden al llamamiento de Tierra Santa, quiero extender mi agradecimiento especial por la generosa contribución de esta Lugartenencia de España Oriental al llamamiento mismo. Me gusta considerar vuestra respuesta como un gesto de alta sensibilidad hacia la tierra de Jesús y las comunidades que la habitan. Muchas gracias”. Y me pide: Por favor, extienda este agradecimiento a los miembros de la Lugartenencia, a quienes recuerdo con cariño en oración.

Finalmente desearos a todos que tengáis unas felices Navidades en compañía de vuestras familias, que las podamos celebrar lo mejor que podamos dadas las circunstancias y que tengamos todos un buen fin de año.

Finalmente, el Excmo. y Rvdmo. Obispo de Tarazona, y Prior de la Sección de Aragón, Don Eusebio Hernández Sola, nos dijo lo siguiente: Gracias por estas palabras del Lugarteniente y del Presidente de la Sección de Aragón, y para todos una noticia importante y es que la iglesia, la parroquia del Santo Sepulcro, de Calatayud, ha conseguido, nos han otorgado el reconocimiento como basílica. Esperamos en un futuro próximo, en cuanto pase este tema de la pandemia, poder encontrarnos para celebrar este importante y significativo acto de reconocimiento para esta parroquia que es el centro, diríamos, el núcleo, la casa nuestra de todos, del Santo Sepulcro.

Antes de concluir, felicidades, feliz Navidad, que el Señor nos siga dirigiendo, que este niño que nace sea para nosotros la guía, la luz que ilumine nuestra vida.

Concluyó así este emotivo y solemne acto en honor de la Virgen de Palestina, celebrado este año en circunstancias atípicas, de todos conocidas, pero llevado a cabo con el mismo fervor y religiosidad de siempre.

Por último, queremos recordar que la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén es una  institución pontificia dedicada a la ayuda de la iglesia en Tierra Santa, cuyos primeros testimonios se remontan al siglo XVI, que cuenta actualmente con 30.000 miembros, de 40 países diferentes, presentes en los cinco continentes.

Desde estas sencillas líneas queremos felicitar a la Lugartenencia de la España Oriental, de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, y muy en particular a la Sección de Aragón, por la celebración de esta eucaristía en honor de la Virgen de Palestina.

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