La Jefatura del Tercio Norte «General Aranda» organizó con gran brillantez, en la capital aragonesa, el pasado día 15 de diciembre de 2018, varios actos en honor de la Inmaculada Concepción, Patrona de los Reales Tercios de España.
Dichos actos se iniciaron en la iglesia de San Gil Abad, verdadera fortaleza medieval ubicada en el casco histórico de nuestra Inmortal Ciudad de Zaragoza, a las 12.00 horas, con la celebración de la Santa Misa, oficiada por el Vicario parroquial, R.V. José Manuel Camacho.
La iglesia de San Gil es un templo de estilo mudéjar, construido en el siglo XIV, y es uno de los Monumentos del Patrimonio Histórico de España, declarado Bien de Interés Cultural en el año 1.967.
Para esta celebración, el altar mayor se hallaba ricamente adornado con hermosos centros florales alguno de ellos depositado por los Reales Tercios de España. Asistieron al oficio religioso alrededor de cuarenta miembros de esta prestigiosa asociación, fundada en 1942 por S.A.R Don Juan de Borbón y Battemberg, venidos muchos de ellos de las comandancias de Barcelona y San Sebastián.
El oficial de RR.TT. Manuel Grao hizo la siguiente lectura del libro del Génesis: Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre «¿Dónde estás?»
Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí«.
El Señor le replicó «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?
Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí«.
El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?».
Ella respondió: «La serpiente me engañó y comí«.
El Señor dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo«;
«Te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre tú y la mujer, entre tu estirpe y la suya, ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón«.
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Continuando con la eucaristía, en el salmo, respondimos: «Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas«.
Se dio lectura del Santo Evangelio según San Lucas: En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo«.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin«.
María dijo al ángel. ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?.El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre tí, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible«. María le contestó: «Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra«.
Y la dejó el ángel.
En la homilía, el R.V. José Manuel Camacho se refirió a María de Nazaret como una niña, de quince años cuando la recibe el ángel, que se desconcierta porque sus planes se desmoronan, no los va a poder cumplir. El ángel le dice: «para Dios no hay nada imposible, no perderás tu virginidad«. Por eso el Dogma de la Concepción dice, la virgen fue inmaculada antes del parto, en el parto y después del parto, porque para Dios todo es posible. Por gracias especiales iba a ser la madre de Cristo.
Luego, el vicario, dirigiéndose a nuestra asociación, los Reales Tercios de España, dijo lo siguiente: Tenéis por patrona a la Inmaculada, nadie mejor que ella. Ella es la Santísima, por encima de todos los santos, por encima de todos los ángeles, pero con su humildad dice: «Aquí está la esclava». Tenemos que aprender los que tenemos este espíritu castrense lo importante que es servir. Jesús, su hijo, nos dice: «el hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir«.
Tenemos que servir, y primeramente a esa realidad que tenemos, la familia.
Los hombres se jubilan, pasan a la reserva, se retiran, pero a la mujer también le ocurre eso, sin embargo ella siempre lleva en el hogar la mayor parte de la carga en las labores domésticas. Estamos llamados a servir. ¿Quién mejor para ser servido que nuestra propia esposa?.
Aprendamos de la virgen. Que ella nos ayude a tener este espíritu de servicio junto a otros valores que también tenemos en la vida castrense. La Virgen Inmaculada es nuestra madre. Pero para poder ser hijos de Dios, Dios se tiene que encarnar, se tiene que hacer hombre, se tiene que hacer uno como nosotros. En el Hijo somos hijos, y Jesús al pie de la cruz dice: «Mi Padre, Dios, es vuestro padre, pero mi madre, la Santísima Virgen, también os la dejo en testamento como madre». Y le dice a Juan Evangelista: «Ahí tienes a tu madre». En él estábamos representados todos. Pues seamos buenos hijos, unos buenos testigos de Jesucristo que es la verdad suprema. En este mundo que hay tanta mentira, seamos hombres y mujeres de transparencia, hombres de verdad . Que la Virgen Santísima nos ayude.
En las peticiones y rogativas, el R.V. pidió por los Reales Tercios de España, animándonos a mantener la ilusión de que pertenecemos a un colectivo donde se practican los grandes valores.
Finalizó la Santa Misa, ofrecida por los miembros y difuntos de los Reales Tercios de España, con una última felicitación del R.V. José Manuel Camacho por la celebración de nuestra Patrona, y su deseo de que la Virgen Santísima, bajo este gran Dogma de la Inmaculada, nos proteja a nosotros y a nuestros familiares y amigos.
Reconfortados, abandonamos la iglesia de San Gil Abad que cuenta en su sacristía con una bóveda decorada con un fresco de Ramón Bayeu y muros con siete pinturas sobre óleo de fray Manuel Bayeu.
Nos trasladamos al luego al hotel Vincci Zaragoza Zentro donde continuaron los actos, conducidos por el oficial de RR.TT. Laurencio Lera, responsable de protocolo para la ocasión.
Con gran respeto, escuchamos inicialmente el Himno de España y a continuación se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo y por los compañeros de RR.TT, fallecidos durante el año.
El oficial de RR.TT. Manuel Grao dio lectura a un resumen de actividades llevadas a cabo durante el segundo semestre del año 2018 por el V Tercio, (ahora reestructurado como Tercio Norte) «General Aranda», que abarca Aragón, Navarra, Cataluña y País Vasco.
A continuación, el Vicepresidente Nacional de los Reales Tercios de España, José Miguel Ivars Ferrer, pronunció una alocución que inició con palabras de salutación y bienvenida hacia quienes asistíamos a la celebración de los actos en honor de nuestra patrona, la Inmaculada Concepción, y a la tradicional comida de Navidad.
Tuvo después un emotivo recuerdo para los compañeros de RR.TT. fallecidos en este año, citando a D. Antonio Barrera, que ocupó el cargo de Jefe del II Tercio «Gran Capitán», en Sevilla, y a los compañero José Serralvo, de Málaga, y Alberto Cortin, de Barcelona.
Seguidamente se refirió a algo, que nos llegaba a todos los presentes a lo más profundo de nuestro ser, y dijo: «hay que darles nuestro apoyo a todos los catalanes y de forma muy especial a los que aquí nos acompañan. En nuestro país, como todos saben, siguen llegando ecos de división y los españoles de bien no nos resignamos a que la obra inmortal de Isabel y Fernando sea frustrada.
No podemos consentir que la unidad de España, con la que llevamos ya 527 años, sea destruída, y dejar a muchos españoles de Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona olvidados a su suerte.
Seguiremos luchando por la unidad de España«.
Resaltó que los Reales Tercios de España somos una institución que ha sabido afrontar momentos complicados, bajo el afecto de Don Juan, quien generosamente abdicó en favor de su hijo, Juan Carlos I, recuperando así todos los derechos que conforman la dinastía histórica.
Luego nos recordó lo siguiente: ¡Por España! ¡Todo por España! ¡Viva España! ¡Viva el Rey! Así gritó y se cuadró Don Juan ante su hijo, el Rey, hoy Rey emérito, toda vez que este abdicaría, como todos sabemos, en su hijo primogénito, hoy Rey Felipe VI.
Continuó poniendo de relieve que la existencia de virtudes o valores morales sobre los que asentar el proceder de una institución, o profesión, tanto a nivel colectivo como personal de cada uno de sus miembros no es, ni exclusiva de la institución militar ni de su plasmación en textos escritos.
Puede remontarse mucho más lejos, al tiempo que recogía las reglas de conducta moral al iniciar el ejercicio de la profesión médica, o más modernamente en otros códigos deontológicos a los que se someten hoy quienes desempeñan profesiones como abogados, periodistas, y otras.
Sin embargo, en el ámbito de las Fuerzas Armadas la existencia de ciertos valores o virtudes tiene un carácter distintivo mayor que en el resto de actividades profesionales. En la actualidad, los valores morales en la institución militar se hallan recogidos en un conjunto de normas de las cuales las Reales Ordenanzas tienen especial relevancia por ser su regla de conducta.
Después continuó con las siguientes palabras: «Soy, y debemos ser conscientes, de las dificultades que acarrea nuestro entorno en la defensa y testimonio del amor a España, apoyo a la monarquía, valoración del papel de las Fuerzas Armadas y respeto al ordenamiento constitucional. Por todo ello os animo a no desfallecer, a mantener viva la llama de los Reales Tercios de España. Estos no pueden convertirse en un refugio para la autocomplacencia o para vestir el uniforme y poco más, por lo que quiero hacer hincapié en tres consignas; no perder de vista nuestras señas de identidad; demostrar siempre en nuestras actuaciones ejemplaridad y coherencia; difundir en la sociedad nuestros principios y valores con honor y valentía.
Seguidamente tuvo palabras de agradecimiento hacia los compañeros del Tercio General Aranda, y de manera muy especial hacia los oficiales de RR.TT. Miguel Usón y Manuel Grao, por su trabajo a lo largo del año y por ser los artífices del Boletín Cervantes, que recoge las actividades del Tercio y que se distribuye trimestralmente a los miembros del mismo. Para ambos pidió un fuerte aplauso.
Luego dijo lo siguiente: «También os quiero comunicar que he sido nombrado, a petición mía, por el Presidente nacional de los Reales Tercios de España, con fecha 28 de noviembre de 2018, Jefe del Tercio Norte General Aranda, que se compone de Aragón, Navarra, Cataluña y País Vasco. Esto sin dejar de seguir siendo Inspector nacional y Vicepresidente nacional«.
Informó por último que habían sido aprobados y registrados los nuevos estatutos, en los que se vuelve a recuperar para la asociación el nombre de Reales Tercios de España.
Al inicio de la comida todos los presentes le acompañamos en el siguiente brindis: ¡POR ESPAÑA! ¡POR EL REY! ¡POR LOS REALES TERCIOS DE ESPAÑA!
Al final del ágape cantamos el Himno de los Reales Tercios de España, finalizando así el acto.